Un acontecimiento, la Expo, que va a ser como una gran tapadera que oculte el día a día y sus problemas, seguirán ahí, pero será la Expo la que se lleve la atención. Como se dice, la primera en la frente en la presentación, siempre la referencia española en todo, no vaya a ser que nos miren raro. La presentadora de la gala de la inauguración, Belén Rueda, no le encuentro mucha relación con Zaragoza ni Aragón, y por si fuera poco suelta. Desde Zaragoza, en el corazón de España. Sin más.
Por ejemplo, una noticia positiva y que ha pasado bastante inadvertida, versa sobre la posible
instalación de la base de espionaje de la
OTAN en Zaragoza. El secretario general de defensa de España, Luis Cuesta, lo dice con cierta pena, aunque nuestra alegría es mayor, con la lógica prudencia.
Existen algunas dificultades y algunas incertidumbres sobre este programa que hacen que España lo vea con menos interés que al principio. Al principio contemplaba una fase con aviones tripulados y una fase con vehículos aéreos no tripulados. En este momento, solamente contempla un segmento de vehículos aéreos no tripulados. Es un programa que ha perdido parte de la envergadura que tenía inicialmente. Una vez más, como con
el trasvase el trasvase, no es que entren a valorar los argumentos de la oposición, sino su propio interés y egolatría. No es lo suficientemente bueno para nosotros. Esas ansias por demostrar ser grandes, de estar por encima de los demás. Nacionalismo banal.
Luis Cuesta
Una resaca de la semana de actividades militaristas, que nos dejan imágenes tan lamentables y odiosas como la de éste niño con un arma. No se paran ante nada con tal de reclutar gente para el futuro. Mostrando el arma como si fuera un juguete, cuando es un instrumento para matar. Aparte del tema moral y legal de poner en manos de un niño un arma. Son así. Luego algún medio sacará la denuncia d elos niños soldados en cualquier conflicto en el mundo, y aquí ya se les trata de meter la mierda desde tan tierna edad. Sacada del blog Qlio.
Militarismo y también desprecio económico. Ahora las cortes aragonesas piden un anticipo del pago de la deuda tributaria. Ya decía Biel que mejor un mal acuerdo que un buen pleito. Así nos va, mendigando las migajas de lo que nos corresponde. Sin un mínimo de actitud digna. La respuesta como es habitual, es dar largas y la ambigüedad, y que el interés de Estado nunca atañe a temas aragoneses. No aclara el gobierno español si compensará por la última merma tributaria. Para qué, si llevan veintiséis años incumpliendo el estatuto en ese apartado. Una muestra de la sumisión es la foto de abajo, con Larraz y Ocaña.
Por otra parte, no deja de ser sarcástico, que a María San Gil el
PP se le quede pequeño, en lo de nacionalista español. Esperemos que sea el fin de su carrera política, tras el estruendo que ha hecho con su salida. Con su querida Rosa
Díez, forma un tándem que causa escalofríos.
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