jueves, 5 de marzo de 2009

UPyD reincide en su ataque lingüístico

Es un tema que me enerva de una manera especial. Porque ataca una parte de nuestra cultura que está ya de por sí en peligro de desaparecer, y por la prepotencia y desconocimiento con la que se le trata. UPyD, ése partido que ha venido desde el resentimiento de Rosa Díez a regenerar cuasi de manera mesiánica la vida democrática española. Únicamente practica la hipocresía, el españolismo, disfrazado de valores cívicos, y la ley del embudo, como bien se puede comprobar en su lamentable posición ante la ley de lenguas en Aragón. Tiempo ocuparía analizar la ideología, o la falta de la misma, en éste partido, pero el tema es otro.


En otros territorios, como Catalunya o Euskal Herria, donde la lengua autonómica tiene relativa fuerza, son predicadores del bilingüismo y de la igualdad entre una y otra. Para ello no es óbice inventarse discriminaciones al castellano e imposiciones. Sin embargo en Aragón continuan en el monolingüismo castellano. Vale, hablan de respeto al aragonés y al catalán, pero de manera cínica, porque mientras sigan en la no oficialidad, están condenados a desparecer, al no ser lengua pública sino de uso privado, falta de ayudas públicas y de protección efectiva. Una característica del españolismo, es sentirse agredido y amenazado cuando otras lenguas se quieren poner en un plano de igualdad o siquiera acercarse.




Su primer error de base es asociar lengua autonómica a nacionalismo. No me cansaré de repetir que la cultura es de todos, incluso de aquellos que la denigran, la cultura carece de ideología política. Pero como les da réditos políticos ahí la emplean aprovechándose también de la ignorancia de algunos.


El coordinador de morralla de UPyD en Aragón se llama Javier Carroquino. De manera apocalíptica prevé sobre la ley de lenguas.




Queremos un castellano como cohesión y que la ley de
lenguas no distancie a los aragoneses según su lengua. Van a crear un problema
que no existe en Aragón. Son preocupantes y queremos alertar de que unas
políticas lingüísticas equivocadas pueden llegar a crear problemas importantes
como ocurrió en Galicia.

¿Quiénes emplean la lengua como vehículo político? ¿No quedamos en que es malo usar la lengua con fines políticos? Vemos que está excluido para el caso del castellano. Hablan de diversidad, pero prevén que reconocer al catalán y aragonés desunirá a los aragoneses. Es una realidad que hay hablantes de esas lenguas, por lo tanto ridículo hablar de división por ésa causa. Se inventan una realidad de Aragón que no incluye otra lengua que el castellano.


Aderezado por un penoso decálogo lleno de incorrecciones y mentiras, mejor pensar éso que pensar que está escrito conociendo la realidad social y lingüística de nuestro país. Además resulta grotesco ver cómo entra en contradicción con parte de su propio manifiesto fundacional y el de la lengua común, lo de este partido no será por falta de manifiestos, y con el propio estatuto aragonés, a pesar de lo poco que me gusta. El manifiesto de la lengua común, empieza cada párrafo con buenas intenciones y acaba poniendo en un lugar de preferencia al castellano, supeditando a las demás.




En los puntos 1 y 2, impone el castellano como única lengua obligatoria, y la hace poseer valores ajenos a cualquier lengua, sobre cohesión y bienestar. Vemos que en su concepto de libertad individual no entra la oficialidad ni el uso público de otras lenguas distintas. Esta parte del manifiesto de la lengua común es demoledor e indignante sobre su concepto de igualdad. Ven como natural una superioridad del castellano sobre las demás.


Es decir, hay una asimetría entre las lenguas españolas oficiales, lo cual
no implica injusticia (?) de ningún tipo porque en España hay diversas
realidades culturales pero sólo una de ellas es universalmente oficial en
nuestro Estado democrático. Y contar con una lengua política común es una enorme
riqueza para la democracia, aún más si se trata de una lengua de tanto arraigo
histórico en todo el país y de tanta vigencia en el mundo entero como el
castellano.

Si no es el gobierno aragonés (punto 3) el que legisla sobre las lenguas aragonesas, ¿quiénes pretenden que (no) lo hagan? Critican las zonas (punto 4), cuando se pretende que la lengua sea oficial y de uso en la administración en aquéllas zonas dónde se habla, no la imposición a todos que dicen. Figura en el propio estatuto y la no discriminación por razón de lengua. Mientras aprender la lengua co-oficial debe ser estimulado, la castellana es obligatoria. Y eso que en Aragón ni llegamos a la co-oficialidad.



En los puntos 5 y 6 limita al aspecto folclórico las otras lenguas. ¿Cómo pretenden que se enseñe en otra lengua si no está legislado? Aunque en la Franja parte se haga en catalán desde 1984.


El punto 7 es brutal, el castellano es la única lengua en la administración. Como no tienen ni idea de historia, critican que el catalán y el aragonés sean las lenguas históricas de Aragón, y aún hablan de oficialidad encubierta. En el siguiente punto con desfachatez hablan de no discriminación de los funcionarios por tema de lengua.


En el punto 9 con magnificencia y condescendencia, propia de un trato colonial, permiten que se empleen lenguas distintas en el ámbito privado, bueno, ellos hablan de modalidades lingüísticas, lengua es sólo el castellano. Está mal que un rótulo sea monolingüe, salvo que sea en castellano.


Para acabar con el sainete, en el punto 10 hablan de no crear gastos innecesarios, se ve que los desfiles militares, banderones y expos no los crean. Defender un poco tu cultura sí. Y ojo, que si te sales de ese ámbito, estás creando división y enfrentamiento, el colmo de la desfachatez. Son ellos los que disgregan y crean malestar con su ignorancia e imposiciones

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