jueves, 10 de julio de 2008

Sostenibilidad

Continúa la trayectoria triunfal del escudero de Espinosa, Puxeu, y su pésima gestión. Confirmando los malos augurios del cambio de nombres en el ministerio, y su actitud respecto al trasvase a Barcelona. Podemos leer tras un esperanzador titular sobre el Ebro, la cruda realidad, una vez más hacen demagogia con lo que da más rentabilidad política y hacen la misma política de siempre con el resto.


Porque respecto al pacto del agua. Tenemos un compromiso con el Gobierno de Aragón para tirar adelante los proyectos. O hacer realidad los pantanos que facilitarían el trasvase del Ebro. Creyendo así, acertadamente por desgracia, que dejará contentos a los anfitriones de su visita a Zaragoza. Adoptando éstos una postura de cierto peloteo y lloriqueo.

Como Arguilé. Donde hace falta regulación hay que terminar esa regulación. También hacen falta ideas nuevas. Una de las cosas que tenemos que mimar es la calidad del agua. Llenando de embalses los ríos, lo va a conseguir, pero ojo, que lo tiene previsto ya. La escasa regulación de los ríos que todavía tenemos garantiza un caudal ecológico, la seguridad de las riberas y el abastecimiento de personas, industrias y regadíos. O sea, que un río en buen estado, no sólo no es aval para conservarlo, sino para maltratarlo. Inaudita desfachatez. No se consume el 80%. Es falso. Se consume el 60%. Se confunde el uso con el consumo. Lo que tenemos que hacer es verterla en condiciones para que se pueda volver a usar. Sin comentarios.


¿Que dónde se dijeron éstas bellas palabras sobre el agua? En la tribuna del agua de la Expo. Sintomático.

Digno de comentar es el buitreo, con perdón para esas aves, que hacen los regantes con Jánovas. Nunca fue concebido como un embalse para riegos, sino hidroeléctrico. Pues ya están sin la menor dignidad ni respeto para los afectados pidiendo compensaciones por no hacerse. ¿Compensarles de qué? Esto es como los que aprovechan una desgracia natural para cometer saqueos en las propiedades ajenas. Vergonzoso.


O la insistencia de Javier Solana en aumentar la servidumbre militar de Zaragoza. La decisión no se ha tomado, pero sería una cosa buena para la ciudad que la tenga. Vamos, que limitar más su desarrollo es bueno, lo mejor sería que cambiara Zaragoza por ego militar español. Como si una mayor fuerza militar aumentara el prestigio de un país. Se trata de un centro de alta capacidad tecnológica, muy sofisticado, con tecnologías punta. Reportará ventajas muy importantes desde el punto de vista tecnológico. Como si fuese ineludible eso con lo militar. ¿Qué fue de la milla digital? Quizá habría que fijarse en Walqa.

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