jueves, 14 de agosto de 2008

El trasvase dará trabajo

Una vez más, el presidente de la Comunidad Valenciana, reclama el trasvase del Ebro. En ésta ocasión, de manera pueril, trata de poner argumentos laborales, ahora que está bajando la burbuja inmobiliaria y como buen capitalista desea dar un impulso al sector. Así lo dice con total desfachatez Francisco Camps.
El presupuesto de licitación de 1.200 millones generaría automáticamente
unos 30.000 puestos de trabajo, que serían los que de forma directa o indirecta
estarían construyendo no solo el trasvase del agua del Ebro, sino las
expectativas de futuro del litoral mediterráneo.
En lo que supondría para las zonas cedentes no dice nada, y lo llaman política de estado. Evidentemente una obra, genera trabajo, otra cosa es su utilidad y consecuencias. Una vez más las expectativas, o mejor dicho especulación. Como las que generó en su día el trasvase Tajo-Segura, o el del Ebro sin que se haya puesto en marcha, así siempre habrá más demanda que recursos, en una espiral insostenible y despilfarradora, que provoque más apetencias y exigencias de agua. Aunque no se quedó ahí.
Me gustaría que el gobierno tuviese la clarividencia de entender que la
derogación del trasvase del Ebro han supuesto cuatro años de tensión entre
territorios. Nosotros queremos que se nos garanticen los hectómetros cúbicos que
el Tajo tiene previstos para Valencia y Murcia, no
que se planteen
señuelos al verdadero problema, que es el de la escasez de agua en la cuenca
mediterránea. mientras el Ebro vierte al mar un agua que no aprovecha
nadie.
Evidentemente no hubo manifestaciones en contra, ni declaraciones trasvasistas insultantes durante el aznarato. No se cansan de manipular y mentir. Si el problema es la escasez, no se soluciona aumentando ilimitadamente la demanda. Ni apropiándose de recursos ajenos a costa del sacrificio de los demás. Ni mintiendo con que el Ebro tira agua al mar, será que allá sí saben gestionarlos y los dejan secos en la desembocadura, como el Turia y el Segura.

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