Otra muestra de prepotencia y displicencia de Solbes. Se ve fuerte desde su postura de poder y actúa con despotismo.
Las autonomías están más preocupadas por el dinero
inmediato que por la lógica del sistema. La fórmula deberá ser transparente y
válida para todos, y no podrá contemplar como antes, negociaciones bilaterales
entre el Ejecutivo central y una región, con pactos desconocidos para el
resto.
Si dejara de eliminar impuestos de recaudación autonómica, el último el de patrimonio, y cumpliera con la lealtad que exigen a los demás, con los compromisos firmados, quizá no pasaría ésto. Eso esperamos, que sea válida para todos, es decir, que se tenga en cuenta las particularidades de cada uno, y factores como la dispersión y el envejecimiento de la población.
Todo el mundo quiere sólo saber cuánto le toca. Ese no es
el tema fundamental. Hay que aprovechar que es la primera vez que hay una
verdadera negociación para lograr entre todos un sistema consistente y coherente
a largo plazo. Luego ya veremos el problema de las cantidades. El criterio para
garantizar los servicios puede ser la población u otro distinto, pero habrá que
encontrar una forma de financiación para aquellos otros servicios.
Con su manera caprichosa de actuar, cicatera y morosa, ha conseguido éso. Preocuparse de sacar lo máximo posible. Claro, que siempre tiene fieles vasallos, como los del gobierno aragonés que no dan guerra y son de buen conformar. Como se demostró en no arrancar nada firme en el estatuto. Ya que quiere negociar de verdad, lo primero será ponerse al día, por ejemplo en la deuda tributaria con Aragón. Como muestra de buena voluntad, en vez de perderse en palabrería.
Aquí estoy yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario