Monte de la Perdiz desde casa.
Visité un par de veces Mularroya, la sensación que da es de tristeza, ver ese hermoso paraje con decenas de pinos derribados, que no han retirado, y saber que es una pequeña parte del enorme destrozo que van a hacer, te deja impotente en el momento. Más cuando desde la propia administración se incumple la sentencia del TSJA que ordena incluir esa zona en la ZEPA Hoces del Jalón, en éste caso el MIMAM, con la anuencia y el aplauso de los políticos de aquí. Evidentemente la reacción sería distinta si fuese un particular u otro colectivo quien incumpliera la sentencia judicial, como en el caso de Itoiz no les importa. Dentro de lo negativo, que sólo hubiera una máquina no es el peor de los escenarios, implica poco interés, que era una maniobra electoralista, o que no hay más dinero a pesar de los más de 100 millones de euros presupuestados.Contrasta además el color rojizo que queda al descubierto, con el más blanquecino de los alrededores. Lamentablemente se me olvidó la cámara de fotos en Miranda y no puedo ilustrar el artículo de esa manera, para el mes que viene, dónde espero que no hayan avanzado las obras.
Embalse de La Tranquera.
Coincidió con la aparición mensual de la Crónica de Valdejalón, que dedica además en su número 100 una entrevista al presidente comarcal Jesús Isla, del PSOE, y alcalde de Calatorao, firme defensor del pantano y que aparece su opinión en la noticia referente al inicio de las obras. Recibidas con alborozo por éste medio de comunicación tan parcial en éste asunto. En vez de informar, adoctrina. Obsérvese la redacción. Esta obra sigue las líneas del Programa AGUA del MIMAM que incorpora las actuciones históricamente propuestas, pero no desarrolladas que sean coherentes con los objetivos por su viabilidad económica y medioambiental. No sólo se justifica per se la obra debido a la antigüedad de su reclamación, sino que se presenta viable económicamente, sin ofrecer ningún dato del coste que se pagará por el agua, y medioambientalmente, no ofreciendo ningún dato sobre el interés ecológico de Mularroya ni mucho menos sobre la ZEPA. La misma retórica gastada de siempre, de augurar grandes beneficios, sin especificar.
Jesús Isla
No se queda atrás Jesús Isla. Mularroya es un proyecto que parte de una importante inversión que se hace en el territorio, que nunca es malo. Nos permitirá regular el Jalón, que en la actualidad carece de ese control. Por tanto, de primera, se va a regular un río de avenidas muy grandes y de un caudal respetable en invierno, pero con ausencia de caudal en agosto. Primero da por bueno un proyecto sólo por la cantidad de dinero, una cantidad importante que le vendría muy bien a la comarca aunque fuese la mitad para cualquier tipo de proyecto menos éste. El argumento es increiblemente simple. Sobre todo justificar una inversión que consiste en destruir tu patrimonio natural, por los que no lo saben apreciar, como comentaba en el primer párrafo. Incluyendo algunos endemismos presentes en Mularroya. Es lamentable la aceptación social de tales inversiones en éstas obras y con tan pocos argumentos. Además miente cuando dice que el Jalón no está regulado, está el embalse de la Tranquera, de 84 hm3 y desde 1959, y algún afectado aparece en el libro de Marisancho Menjón. También desconoce el ciclo natural dél río, que incluye las crecidas. Precisamente la mayor parte de los días que he pasado en Ricla el cauce estaba estancado, con muy poca agua, en marzo, cuando debería llevar un buen caudal, y a la par que la crecida del Ebro. El mismo Jalón que pasa por las afueras de Calatorao. Una estampa que no es extraña, gracias a la regulación de la Tranquera, situado en el afluente Piedra, y que está muy cerca del Monasterio de Piedra. Otro asunto es ver la regulación como algo intrínsecamente bueno. Lo único que puede decir es que se aproveche más en la comarca de Calatayud.
Vista de Mularroya con Google
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