viernes, 29 de febrero de 2008

Rajoy asegura el trasvase

Una vez más Rajoy, demuestra sus intenciones trasvasistas, y su doble discurso. Recordemos que en Aragón dice que hará lo que diga el estatuto aragonés. Claro, que estaba en Alicante y Murcia. Contradictoriamente, aseguró el trasvase y no quiere molestar a Aragón. Ambas cosas son evidentemente incompatibles. Camps puso la guinda. Será un gobierno del PP el que pondrá la última piedra del trasvase a nuestra tierra. Por el momento, Aznar puso de manera electoralista la primera piedra y ahí se ha quedado. Valcárcel expresó su particular visión de la solidaridad, a ver si lo es también para los desplazados, hectáreas anegadas y desvertebración. Creemos en la solidaridad a través de trasvases. El plan de Rajoy para Aragón es precisamente ese. Cumpliremos con Aragón y los que allí viven. Pero el agua que sobre, la que ahora se va al mar, irá a toda España: a Barcelona, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Almería. Me comprometo con el trasvase y la España verde. Si no fuera por lo serio del tema, sería cómico. Aparte de la puya de, les hacemos las obras y no quieren dar lo que sobra, teoría esa de dar el agua que sobra, que algunos ignorantes aragoneses comparten, sin saber nada de otros puntos de sus país. Así que se confirma que el Ebro es tan caudaloso que puede abastecer a media España, teñido todo de nacionalismo españolista. Por prometer, hasta prometió para la zona levantina, un AVE sin socavones. Ahí le puede pedir consejo a Álvarez Cascos, el que no hizo caso a los geólogos de Zaragoza y luego salió como salió por las prisas.


Rajoy en la anterior campaña, nada cambia.



Dos días antes, la que fuera nefasta ministra, más conocida como menestra, insistía en esa extraña solidaridad. Van a piñón fijo. El plan entendía que el agua era un recurso nacional y que había solidaridad interterritorial. Las propuestas del PP reflejan la política que hemos seguido siempre en materia de agua, el agua es absolutamente necesaria para el crecimiento y la calidad de vida y hemos de usar la que tenemos, de manera sostenible y con todos los medios a nuestro alcance en un país en el que el agua es irregular en el tiempo y en el espacio, a eso responde el Plan. A ver cuando hay solidaridad igualmente para compartir los palos, las expropiaciones, las personas desplazadas y las hectáreas inundadas. Qué importa todo ésto ante el propio interés, y llaman a la solidaridad. Es absurdo diseñar un plan que no garantiza agua todos los años, reconocido por ellos, ¿van a parar esa industria especulativa esos años? Seguir con el Plan Hidrológico que lo que pretende es que el agua que tenemos se utilice, que se hagan las infraestructuras necesarias pero también de depuración, saneamiento y de mantenimiento en buenas condiciones medioambientales. El Ebro es el río más caudaloso de España y en la mayor parte de los años, sin perjuicios de sus condiciones medioambientales, el trasvase se habría podido llevar a cabo, para nosotros era clave. Ya la parte que hablan de sostenibilidad y medio ambiente, es vergonzosa, con la cuña salina que entra en el río, y los beneficios que haría que llegara más aportes al mar. Los conceptos simples son los más fáciles para engañar a la gente.

Los sobrantes del Ebro por Tortosa.

También es lamentable la postura oficial aragonesa en el tema. Apostando por regadíos insostenibles, y que perjudican igualmente el delta, chupando aún más aportes que no llegarían. La otra cara del trasvase. La otra demagogia y populismo usando el agua, y la que resta credibilidad. Tanto Marcelino como Morlán insistían en el asunto. PP y PSOE lanzándose los trastos a la cabeza cuando en el fondo defienden una política similar. Si Marcelino acusaba de trasvasista a Rudi, ésta, con desvergüenza acusaba al PSOE de iniciar la crispación, cuando fue el PP el que inició el lío, y con sus malos modos e imposiciones. Con el mismo disco. Si hay sobrantes, nunca nos hemos negado a que se utilicen; sería irracional. Y a usarlo electoralmente, debe ser que no ha oído a sus compañeros, si tanto le disgusta, que se lo haga saber, por ejemplo que se callen cada vez que hay una riada natural en el Ebro.

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