martes, 10 de enero de 2006

Aragón, agua y futuro. Mentira.

El título es más o menos aleatorio, aunque tenga cierta intención, pero puede aproximarse a escenificar el atavismo y ambigüedad de la política hidráulica aragonesa. Una dicotomía que nos hace ir para atrás, y que de cara a España da una imagen contradictoria y de la que los carroñeros intentan sacar partido. Empezando por la grotesca actitud de la DGA. Trasvase y grandes embalses son las dos caras de la misma moneda, y aquí aún no se han dado cuenta muchos. O quizá sea porque en muchos casos les ciega su egoísmo, da lo mismo un agricultor bardenero que uno valenciano. La DGA intenta trasmitir de cara al exterior una imagen de modernidad, y hasta hablan de los daños al Delta, pero para el interior se olvidan, y persisten en la vieja política decimonónica, como fieles seguidores de Juan Benet. Sacando partido electoral a los mitos atávicos sobre el agua. Un papel esperpéntico, ¿dónde estaban los representantes de la DGA en Bruselas en las manifestaciones? Claro, ahí se defendía la Nueva Cultura del Agua, que impide hacer sus obras megalómanas, a mayor satisfacción de la derecha española, en su cruzada nacional del agua, heredada del franquismo. ¿Por que se gastan el dinero en cínicas campañas de agua del Pirineo para Zaragoza? Hasta que chocaron con la falta de financiación europea. En vez de ser Aragón un referente en la utilización del agua, seguimos en la catetez, cuanto talento altruista que se pierde, cuanto potencial universitario de gente referecnia a nivel mundial es ninguneado.
Agua del Pirineo para Zaragoza
¿Donde estaba la DGA? Defendiendo la dignidad no. Manifestación de 2001 en Bruselas.
Los embalses son intrínsecamente buenos, no se pregunta su utilidad, alternativas, ni costo. Esa es otra, el agricultor se ve con un derecho al agua cuasi gratis, mientras el resto pagamos costosísimas obras hidráulicas. Incluso llegan a privatizar el agua, un bien público, no solo sacan partido a los kilowatios del agua con la que riegan, sino que intentan venderla, para mayor descaro. Luís Ciudad, presidente de los regantes de las Bardenas en 1999 pretendía hacer eso con el agua de Yesa recrecido "Quedan satisfechas nuestras necesidades y las de Zaragoza, y con la que sobre se la revendemos a catalanes y valencianos". No les basta con 800 hm3, y con cultivar maiz y arroz, y regar casi todo a manta. A costa de un mayor sufrimiento del Pirineo, ya muy castigado, y que niegan con desfachatez. Cuando si hay un colectivo quejumbroso y abonado a todo tipo de ayudas son ellos.
Llenado de Yesa en 1959, inundando el valle, el puente medieval entre Ruesta y Tiermas y la zona del balneario.
Lo que era el balnerio más importante de España hoy. Cuando baja el agua del pantano, la gente aún va a tomar sus aguas.
En Ejea hacen la fiesta del agua, la que les trajo Franco, estómagos agradecidos, y aún no han dado las gracias a las gentes de la Jacetania, sino que les acusan de insolidarios por defender lo poco que les queda. ¿Que democracia es aquella que para beneficiar a unos se perjudica tan gravemente a otros? Aún hay que aguantar que estos catetos digan que la Nueva Cultura del Agua es propio de urbanitas, de gentes ajenas al medio rural, ¿que sabrán ellos? ¿Cómo se atreven a decir que manipulamos la información? ¿Acaso no dijo Rene Petit ingeniero de la presa de Yesa que le daba mucho miedo recrecerla? ¿Son ellos los dueños únicos del agua y del futuro de otros?
¿A que subías a Artieda regante? ¿A ver como la gente se tenía que ir de sus casas?
Otro fracaso por su poco talante negociador, excepto de cara a la galería y para justificar un consenso ante la sociedad, es la Comisión del Agua en Aragón. Donde el PP hace ya un tiempo que se marchó, no va con ellos el diálogo sino el autoritarismo y la cruzada. El descarte de Santaliestra vino más por las acciones judiciales que por voluntad propia, como se ha demostrado en sus actuaciones posteriores. La alternativa de San Salvador es la adecuada. Pero obvia la alternativa de Río Aragón al recrecimiento de Yesa (ver gráfico). Encima quiere mostrar como un triunfo del consenso ante la sociedad aragonesa la cota media de Yesa, que tiene las mismas afecciones que la cota máxima. Hay que tener descaro. Otro caso penoso es Biscarrués, para acabar con lo que queda de un gran río pirenaico, de aguas bravas, que proporciona un motor de desarrollo a la Galliguera a través del turismo de aventura y naturaleza, a los pies de un icono aragonés como los Mallos de Riglos, e inundar un pueblo como Erés. ¿Por que volver a perjudicar a los mismos? Para beneficiar a Monegros no se puede hundir una comarca y unos valores emocionales e identitarios. No pasa el futuro de Aragón por hacer de los Monegros un vergel, sino un regadío ocial de manchas verdes y un turismo original de desierto y científico, por las más de 5000 especies de flora y fauna catalogadas. Hay más ejemplos pero estos son los más significativos quizá.

Alternativa no considerada de Río Aragón, así luce el pelo.

Navatas, una imagen ya para el recuerdo

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