Una vez más comprobamos la total desfachatez y cinismo de Riegos del Alto Aragón. Instando ellos, los insaciables de agua dilapidando recursos públicos, a que las empresas de rafting sean responsables en el uso del agua. Los mismos que disponen de unas dotaciones de casi 750 hm3.
Por si fuera poco se superan.
Pedir que el río que pasa por tu pueblo tenga agua no es ninguna contradicción, sino lo normal. Solo desde la desvergüenza y la burda manipulación interesada se puede ver así. Precisamente los que quieren secar el río, inundar la zona de rafting pues no se conforman con el embalse de 35 hm3. Los que se apropian de un recurso público como es el agua critican que otros usuarios puedan participar en su gestión. Y para rematar relacionan embalses con caudales para rafting.
Por si fuera poco se superan.
Una contradicción implícita. Mientras que en la actualidad reclaman no solamente un régimen artificial de caudales que beneficie sus negocios, sino participar activamente en la gestión de los mismos. No resulta comprensible que tras una campaña de demonización de los embalses denuncien que estos no tienen caudal para sus necesidades.
Pedir que el río que pasa por tu pueblo tenga agua no es ninguna contradicción, sino lo normal. Solo desde la desvergüenza y la burda manipulación interesada se puede ver así. Precisamente los que quieren secar el río, inundar la zona de rafting pues no se conforman con el embalse de 35 hm3. Los que se apropian de un recurso público como es el agua critican que otros usuarios puedan participar en su gestión. Y para rematar relacionan embalses con caudales para rafting.
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