domingo, 12 de abril de 2009

Valle del Isuela

Me gusta visitar los pueblos aragoneses. Es una manera de conocer mejor el país y una forma de ocio. Además creo que muchos tienen un potencial grande para el turismo rural. Me agrada la tranquilidad y la limpieza, algo que en poblaciones más grandes no siempre hay. Además en este caso era una manera de quitarse la pesadumbre por la visita a las obras de Mularroya. Así que girando hacia Morata de Jalón y siguiendo la carretera hasta llegar al valle del río Isuela. Aprovechando la agradable y soleada tarde primaveral. Una manera también de comprobar el mal estado de la mayoría de carreteras aragonesas, y si se girara hacia Santa Cruz de Grío aún sería peor.


En la larga travesía de Morata, a un lado queda la plaza con la iglesia y el magnífico palacio barroco del siglo XVII, al estilo italiano y uno de los mejores ejemplos de Aragón. Con ocasión de merecer en otra visita una parada.



Vista de Morata desde las cercanías del puente Capurnos. Se aprecia el conjunto monumental de la plaza.



Chodes llama inmediatamente la atención por su plaza circular. Proyectada por Juan de la Marca, el mismo que el del palacio de Morata, y con el mismo mecenas del conde Argillo o de Morata, dado el precario estado del emplazamiento primitivo a pie del castillo, actualmente fuera del casco urbano. Veinticuatro casas y la iglesia.



Plaza de Chodes. Entrada desde Morata.

Otro atractivo son los cortados del Jalón, que siguen aguas arriba y abajo del pueblo. Una zona apta también para la escalada. Cogiendo un camino por el que se acaba llegando a Morata se llega al puente de Capurnos, en realidad se llega antes por Morata. También obra de Juan de la Marca. Merece la pena quedarse unos minutos escuchando el fluir del río mientras éste se pierde encajonado entre promontorios de roca.


Puente de Capurnos


Siguiendo por una cada vez más tortuosa carretera de asfalto rugoso, se llega a Arándiga, ya en la comarca Comunidad de Calatayud. Sobre un cerro rocoso se alza el castillo de Arándiga, cuya primera referencia data de 1188, y que fue conquistado en 1363 por Castilla en la guerra de los dos Pedros. Nos recuerda que estamos en una zona fronteriza y que la zona estuvo fortificada. En el mismo término desembocan los ríos Aranda e Isuela.



Vista del castillo de Arándiga desde la carretera.

Siguiendo el valle del Isuela pasamos por la localidad de Nigüella. Entramos en la comarca del Aranda. Tras una curva en la carretera aparece el caserío de Mesones de Isuela sobre la ladera y en la cima el imponente castillo palacio de los Luna. Cuyo escudo es visible en el mismo. La primera referencia data de 1175 cuando fue cedido a los templarios. Pasando en el siglo XIV al linaje que le da nombre.

Vista de Mesones de Isuela desde la carretera.


Merece la pena subir por las calles para llegar al castillo y verlo de cerca. Además disfrutaremos de una bonita vista del valle y del pueblo. Donde contrasta el verdor de la zona de huerta junto al río con la aridez de los montes circundantes. Antes habremos visto la torre mudéjar de la iglesia.


Torre de la iglesia

Queda para otro día seguir valle arriba, hacia Tierga, Trasobares, Calcena y Purujosa, casi en el límite con Soria y el nacimiento del río en Beratón. Acercándonos cada vez más al Moncayo.

Vista del valle del Isuela hacia Nigüella desde el castillo.

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