lunes, 12 de enero de 2009

Cincuenta años de colonialismo

Se cumplen cincuenta años de los pueblos de colonización en las Cinco Villas. Resulta paradójico que se haga homenaje a las personas que vinieron en busca de un futuro mejor, otras vinieron obligadas por la construcción de La Tranquera y precisamente de Yesa, que abastece de agua esta zona de regadío. El homenaje excluye por lo que parece a los verdaderos afectados que no fueron otros que los expulsados de Tiermas, Ruesta y Escó, salvo los que decidieron instalarse aquí. Algunos en pueblos de nombre tan sugerente como Bardena del Caudillo. Era la época en que el régimen impulsaba estas colonizaciones en nuevas tierras de cultivo, antiguos secarrales, como una forma de impulsar la economía, a costa de otros. Otros que dejaron una vida asentada y próspera, como en Yesa, descabezando una comarca. Como se narra en el libro de Marisancho Menjón "Jánovas víctimas de un pantano de papel", no les fue nada fácil ir tirando hacia adelante. Lo que daban no era gran cosa, la tierra pedregosa, peor que la que dejaron en el valle, en el capítulo especial dedicado a otros embalses. O dejando sus negocios para pasarse al campo. Hoy estos pueblos pasan por dificultades. Son de otra época y concepto. Lejos del triunfalismo con el que fueron anunciados. Además como las malas noticias no suelen venir solas, ese fue el mismo año, casi a la vez que la catástrofe de Ribadelago. Y aún hoy son muchos quienes defienden la política hidráulica de Franco.

Franco inaugurando Yesa

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