domingo, 9 de noviembre de 2008

Aznar, desfasado

Cada cierto tiempo, el presidente más antidemocrático de la democracia española, sale a la escena pública en su condición de ex presidente. Dando lecciones de cómo hacer las cosas, ya que sabemos que es poseedor de la ciencia infusa. Es infalible como el Papa. Es lamentable que este personaje caduco, venga a Zaragoza a provocar con su prepotencia, y además sea recibido y obsequiado por Marcelino Iglesias. Debe ser cosas de la alta política que se nos escapan. Una persona que ha despreciado al país que presides.


Se le rinde pleitesía. (Foto El Periódico)


Con motivo del congreso de empresarios hosteleros españoles. Su españolismo y su capitalismo salvaje capitalismo salvaje como solución.


Su trasvasismo.


Las políticas que atribuyen la propiedad del agua de los
ríos a cada comunidad autónoma, además de inconstitucionales, son un grave
error.

Su partido ha aprobado el estatuto andaluz que le da la gestión del Guadalquivir. Pero también es inconstitucional cercenar derechos como la libertad de residencia, por la construcción de estas obras. O el equilibrio territorial y de oportunidades.


La reactivación en España de algunos sectores productivos, como la
agricultura o el turismo, exige la recuperación del Plan Hidrológico Nacional,
las obras del Pacto del Agua y, también, las transferencias de agua
excedentaria.

Seguir con la vieja política de aumento ilimitado de la oferta, en vez de controlar la demanda. Hacer a unos territorios colonia de personas y recursos naturales de otros. ¿El único turismo español es el de sol y playa? Claro, que con grandes obras, siempre se beneficia a los amigos de las constructoras, aunque sean éstas de dudosa utilidad y rentabilidad. Pensar en sectores económicos, no en las personas ni medidas sociales.


Aunque siempre encuentre alguien que saque la cara por él, como Rudi. Mal lo lleva si justificando a Aznar pretende recuperar votos para ser presidente aragonesa.


Indudablemente los datos con los que se elaboró el PHN del año 2000 ya están
desfasados y no sirven. Aznar dijo que era necesario un Plan Hidrológico
Nacional, llámese así o llámese un gran pacto nacional sobre el agua. Hay que
recordar que Aznar, lo primero que hizo, fue hablar de las obras del Pacto del
Agua en Aragón. Lo que pasa es que eso quizá no gusta repetirlo tanto.
No, si al final nos hace un favor con el pacto del agua, con esas obras necesarias para trasvasar agua, las excedentarias de las que habla. O el incumplimiento de las normativas europeas. Lo único desfasado es esa política hidráulica.
Aquí están sus propuestas sociales.
Las medidas, que no son simpáticas, pasan en primer lugar
por restaurar la confianza en el sistema financiero. La austeridad, drástica en
lo que se refiere al gasto corriente y la reforma de la administración pública
para ganar en eficiencia y en transparencia.
Reducir el gasto social, una de las cosas que les gusta hacer a los liberales. Pensar en macroeconomía y no en las dificultades cotidianas de la mayoría de las personas. ¿Cuál es la otra?
Una profunda y urgente reforma fiscal.
Bajar los impuestos. Lo importante es la confianza de los capitalistas no lo que pase la gente.
Y el toque españolista y de superioridad.
Es más necesario que nunca cuidar la marca España, pero
también restablecer la racionalidad en el sector y evitar esa política de reino
de taifas que se produce cuando cada comunidad abre sus propias oficinas de
turismo en el exterior, sin la marca España como escudo.
España siempre por delante. Lo normal es que si se promociona una comunidad, ponga su nombre y se de a conocer, España globalmente ya es conocida. Sobre todo los tópicos, ya va siendo hora de mostrar más cosas. De que las comunidades establezcan sus propias relaciones. No se gana nada poniendo a España por delante. Como si además los gobiernos españoles se preocuparan de esa promoción de las autonomías.

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