martes, 7 de noviembre de 2006

Catalunya repite tripartito

Después de tantas especulaciones, muchas de ellas interesadas, Cataluña decidió seguir con el tripartito, a pesar de todos los avatares y tormentas. La única víctima ha sido Maragall, que lo ha sido por defender el estatut que salió de las Cortes catalanas, eso es lealtad a quien se debe, a los ciudadanos a quien representa, Marcelino podía tomar nota y no anteponer volver a ser candidato a defender los intereses de Aragón, muy decaída su reivindicación en Madrid desde la llegada de Zapatero. Cada vez más lánguido y sumiso. Quizá lo más lógico era que siguiera este tripartito, representativo de la pluralidad catalana, por más que sea para la derecha españolista significativo de un tridente infernal, y de una mayoría de izquierdas, y la izquierda es plural. Los resultados y más viendo como CIU ganaba, confirman esa pluralidad. Es importante ver a Montilla como molt honorable, por su origen, una muestra más de pluralidad. Destacable es la aparición de Ciutadans, mucho mejor de lo que ellos mismos esperaban, y cuya aparaición es para que se tome nota.
CIU: 2003 30,93% 46 escaños; 2006 31,52 48 escaños. Ligera mejoría, pero lejos de sus mejores resultados. Victoria agridulce por no decir amarga, le debe incitar a la reflexión de sus alianzas, porque un partido independentista como ERC prefiere pactar con el PSC. Para ello debe alejarse del PP, sinónimo de radicalidad, aislamiento y anticatalanismo. Ha jugado con fuego al querer estar siempre a dos aguas y sigue purgando. Quizá deba dar un paso adelante en esa indefinición. Hay que respetar que es el partido más votado.
PSC: 2003 31,17% 42 escaños; 2006 26,81% 37 escaños. Derrota dulce, le salva la fidelidad de sus socios de gobierno, pero le debe incitar a la reflexión de sus errores. Cuatro puntos menos y 5 escaños no son baladí. Así como asumir el relevo de Maragall y la aceptación de Montilla. Los electores le dan una nueva oportunidad pero con un aviso. Debe de mantener su personalidad propia en el contexto estatal frente a los barones centralistas.
ERC: 2003 16,47% 23 escaños; 2006 14,06% 21 escaños. Caso parecido al PSC, nueva oportunidad pero con reprimenda. Nuevamente deja con las ganas a quienes pronosticaban una debacle, como en las elecciones generales de 2004, más quisieran. Es un buen resultado con todo lo que ha caído, con unos resultados bastante cercanos a 2003, donde dio el gran salto y casi dobló su representación. Sigue siendo el partido clave para pactar, y ha elegido seguir con el tripartito, desechando la opción más catalanista, para que hablen de su racismo a lo español. Los tejemanejes de CIU con el estatut en Madrid le dejaron en bandeja seguir con la opción de izquierdas. Mucho más consecuentes que CIU y menos veleta.
PP: 2003 11,87% 15 escaños; 2006 10,64% 14 escaños. Afortunadamente es la comunidad española con menos representatividad y sin visos de cambio, su estrategia ultranacionalista española les condena más a ser una fuerza no significativa en el panorama catalán, y más con un partido nacionalista de derechas fuerte como CIU. No puede caer más porque sus resultados ya son mediocres, aún así han bajado. Aislado y sin posibilidad de pactos, ni con CIU, sería un suicidio electoral para ellos, el PP se lo ha buscado. A punto de ser la quinta fuerza, y eso que el voto de la izquierda se reparte bastante. Ya me gustaría que el PP tuviera esta situación en Aragón.
ICV: 2003 7,30% 9 escaños; 2006 9,56% 12 escaños. El gran ganador, más moral que electoral, pues sigue como tercer socio, pero un premio a su buena labor. Un partido admirable, al que la atención mediática, no siempre deseable, que suscita ERC le quita protagonismo. Un aviso para los socios de gobierno, vienen apretando fuerte. Es agradable ver como el electorado premia el trabajo bien hecho.
CC: 2006 3,04% 3 escaños. La gran sorpresa electoral, no por obtener representación, sino porque esperaban uno como mucho y tienen tres. Importante responsabilidad no tanto por su importancia en el parlamento, sino por devolver la confianza a los ciudadanos, que lo ven como una alternativa política a PP y el sector menos catalanista del PSC fundamentalmente, un aviso. Aunque se declaren socialistas, y como única fuerza de izquierda no nacionalista habrá que verlo. Su campaña electoral se basó en criticar el catalanismo, ahora les toca demostrar que tienen programa electoral aparte de eso, pues lo han mostrado muy poco.

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