El embalse de La Loteta se ideó para almacenar agua procedente de Yesa, en ese mastodóntico e irracional proyecto de abastecer Zaragoza y su entorno, y ya de paso generar mayor apoyo social a una obra cuestionada. A día de hoy tenemos una inversión de 100 millones de euros que no cumple con su objetivo inicial. Desde antes de su construcción la Fundación Nueva Cultura del Agua alertó no ya del despilfarro económico, sino de lo inadecuado del terreno al filtrarse el agua por los yesos del entorno.
Ahora y en un intento de disimular este fracaso el PSOE pide declarar la zona de interés para la comunidad. Afectaría a los municipios de Magallón, Gallur, Boquiñeni, Luceni y Pedrola, el alcalde de Magallón al que corresponde la mayor parte ya lo venía solicitando. Primero hacemos el embalse sin las garantías mínimas de uso y ahora pedimos un plan para revitalizar el entorno. Habría que pedirles responsabilidades por haber apoyado todos este embalse.
Así el portavoz de medio ambiente del PSOE en las cortes aragonesas, Alfonso Vicente, quien en su día firmó Gran Scala, habla de impulsar equipamientos, redes e infraestructuras, actividades industriales y servicios. Y hasta habla del paro creado por el gobierno de Rudi para justificar su propuesta, que no es más que un parche e intentar disimular otro desatino hidráulico que han apoyado.
Todo el entorno de La Loteta es ideal para la promoción de usos turísticos y de iniciativas relacionadas con la industria del ocio, por tanto es necesario sentar las bases legales para que las administraciones públicas puedan colaborar con la iniciativa privada para crear empleo y riqueza.
Magnífico, gastarse 100 millones de euros de dinero público para dar un uso distinto al embalse al previsto inicialmente, y ayudar a la iniciativa privada a enriquecerse a costa del erario público. Porque por mucho que diga está aún por ver lo del agua del Pirineo y a qué precio va a salir, sin contar el deterioro de calidad del agua en su transporte.
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