lunes, 19 de marzo de 2012

Bicentenario de la Pepa

En el bicentenario de la primera constitución española, conocida popularmete como la Pepa, asistimos a un nuevo ejercicio de empleo de la historia para justificar el presente, tan propio del nacionalismo español. Aparte de los Decretos de Nueva Planta de 1707, es entonces cuando se puede empezar a hablar de España, al menos como estado moderno, tal como se entiende hoy. 

Así en un ejercicio de acomodar este aniversario a sus intereses, Rajoy compara el trabajo legislativo de aquellos diputados con sus reformas, haciendo un paralelismo en cuanto a audacia. Lo que se dice el contexto histórico ya se ve que no lo maneja bien. Lo que sí habría que decirle es que como burgueses y aún siendo avanzada para su época, aquellos diputados, entre los que por cierto sólo había cuatro aragoneses, no dejaban de ser las cortes de Castilla, legislaban en base a su clase social, en eso sí se puede comparar.

El patriotismo como sentido de pertenencia a la nación basado en el patriotismo liberal, la virtud cívica y la unidad nacional.

Habrá que recordarle que el término liberal ha evolucionado desde entonces. Y que en el siglo XIX seguramente a su partido le hubieran parecido unos radicales, de haber existido. Lo que sí se mantiene es el gusto por el capitalismo, que acabó de instaurarse entonces y el libre mercado. Recuerdo que en los libros de texto del colegio siempre se ponía como algo positivo la supresión de aduanas y aranceles interiores, para facilitar el comercio, induciendo a pensar en el libre comercio como algo intrínsecamente bueno, y además así decir que siendo una unidad política no tendría que haber esas cosas, cuando por entonces no existía una unidad política. Por si fuera poco Rajoy vuelve a apelar a la unidad nacional.

A su vez el rey con cierto cinismo habla retóricamente del garante constitucional. Su antepasado Fernando VII bien pronto se cargó aquella constitución que tanto alaba.

En este documental que narra la investigación sobre el tema por Félix Rodrigo Mora, se desmonta este nuevo mito del nacionalismo español. España es una creación de la constitución de 1812. Considera que lo que él denomina dictadura constitucional parlamentaria partitocrática, proviene de aquellos días. También que la actual constitución de 1978 es una actualización de la de 1812. Un siglo XIX español muy convulso y en el que la peor parte se lo llevaron las clases populares, incluyendo matanzas, mientras el sistema político estaba al servicio de las clases adineradas. Los cambios políticos van a venir de la mano del ejército. De hecho en las cortes de Cádiz son mayoría los eclesiásticos y militares seguidos de funcionarios y abogados, con ausencia de representantes del pueblo. No hay sufragio universal masculino hasta 1890 y femenino hasta 1931. La constitución de 1812 remata el proceso iniciado con los decretos de nueva planta. Un ejemplo del talante burgués es la falta de libertad de asociación obrera. Otro aspecto es la abolición de formas de organización tradicionales y apegadas al territorio como los concejos abiertos.

Se puede resumir en reforzamiento colosal del estado, el pueblo queda excluido de toda participación política, los llamados espadones crean una dictadura militar de facto con Del Riego, Espartero, Narváez, Serrano y Prim, se inicia una época de guerras, violencia y genocidios, aculturación planificada no sólo en los territorios con personalidad propia sino también de la tradición popular castellana, la imposición del capitalismo a través de la legislación, la opresión de la mujer con el ejemplo del sexista código civil de 1889, el ecocidio y destrucción medioambiental inspirado en las ideas agrícolas de Jovellanos y la deshumanización con un régimen jerárquico, centralista y capitalista.


LA OTRA CARA DE LA PEPA from ALISH on Vimeo.

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