jueves, 22 de septiembre de 2011

Bateragune, sentencias políticas

No queda otra que calificar así la sentencia de la Audiencia Nacional española en este rocambolesco caso. Y que hace honor a ser la sucesora del Tribunal de Orden Público franquista. Con unas penas desproporcionadas y de difícil justificación en el contexto político actual que se vive en Euskal Herria. ¿Cómo se puede acusar de intentar reorganizar a ETA cuando está en proceso de dejar las armas? Los hechos así lo demuestran. Más parece un castigo a realizar una actividad política y sindical bajo una ideología. En todo caso aún en el supuesto de que actuaran bajo órdenes de ETA, no veo que hay de malo en hacerlo por vías pacíficas como han repetido constantemente. No pueden criminalizar al independentismo.

Es igualmente significativo sobre sus intenciones cara a una resolución pacífica del conflicto, que encarcelen a los interlocutores más válidos. Así como cuando tuvieron que anular una sentencia contra Otegi por prejuzgar su culpabilidad. Una sentencia que será jaleada en amplios sectores de la sociedad española. Con un conocimiento distorsionado de la situación. En gran parte por los medios de comunicación.La cerrazón en insistir en la naturaleza violenta no quita para que sea palpable que es un conflicto político, no una mera lucha violenta, y menos por solo una de las dos partes. Reconocer un conflicto político significa que más tarde o temprano tendrán que sentarse a dialogar. La única manera de resolverlo de una forma justa y democrática.

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