Una muestra más del talante democrático de los dos grandes beneficiados por el sistema electoral español, pactado en la Transición para que así fuera y nadie se desbocara. Y que aún tienen la desfachatez de decir que son los nacionalistas periféricos los que salen bien parados.
Los partidos o coaliciones que se presenten por primera vez o no tengan actualmente representación en el congreso español, deberán recoger garantizadas ante notario un 0,1% de firmas del censo electoral de cada provincia donde presenten candidatura. Todo en 20 días y con un alto coste económico. Convirtiendo el derecho de elegir y ser elegido en algo para potentados.
Con un sistema de elección provincial que únicamente les beneficia a ellos y que con alevosía provoca el llamado voto útil. Porque un partido pequeño no va a obtener los votos provinciales necesarios, que si podría obtener en caso de ser circunscripción autonómica o estatal. Esta es la calidad democrática.
Con un sistema de elección provincial que únicamente les beneficia a ellos y que con alevosía provoca el llamado voto útil. Porque un partido pequeño no va a obtener los votos provinciales necesarios, que si podría obtener en caso de ser circunscripción autonómica o estatal. Esta es la calidad democrática.
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