Uno mira a Argentina y el juicio a Videla y otros subordinados responsables de torturas y desapariciones durante la dictadura. Luego ve lo que ha pasado en España, donde no sólo no se hace rendir cuentas sino que se persigue a quienes lo intentan. Se demuestra que sobre todo pasados unos años, no se trata de revanchismo ni de reavivar cosas del pasado, sino de hacer justicia. Y que es plenamente compatible con la estabilidad democrática y la convivencia, aunque estos siniestros personajes sigan teniendo sus seguidores. Todo ello a pesar de la Ley de Punto Final de Menem, revocada en 2007. Estos milicos no van a tener una vejez plácida, sino que van a ser condenados como lo que son. Tendrán no reconocimiento de salvapatrias sino el repudio y la vergüenza de ser condenados como criminales.
Antes escribía más, ahora hablo principalmente del Real Zaragoza y alguna otra cosa. Blog hermano https://laochentadadeldia.blogspot.com/
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