Juan Alberto Belloch parece un alcalde de otra época. No sólo por la pompa y boato que se da a sí mismo, sino por sus actuaciones políticas. No se conforma con convertir Zaragoza en un referente del españolismo con la instalación de un banderón. Además parece que quiere que sea un referente de la religiosidad más rancia y elitista. Para una vez qur todos los grupos políticos con representación en el ayuntamiento de Zaragoza, se habían puesto de acuerdo en cambiar los nombres de las calles franquistas, llega la alcaldada de ponerle una calle a Escrivá de Balaguer por su cuenta y riesgo. De un fascista como el general Sueiro a uno de los grandes personajes espirituales afines al regimen franquista como Escrivá de Balaguer. Parece que estuviéramos viviendo hace unas décadas.
Antes escribía más, ahora hablo principalmente del Real Zaragoza y alguna otra cosa. Blog hermano https://laochentadadeldia.blogspot.com/
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