La egolatría de Belloch, no parece conocer un límite. No han escarmentado de la Expo 2008, que vuelven a reincidir en el planteamiento de la exposición hortifrutícola 2014. Con un espacio mayor que el de Ranillas. Para seguir engañando a la gente con grandes proyectos. En este caso aún más devaluados que una exposición internacional, dónde ni siquiera se confirma a estados como participantes, sino empresas.
Después de edificar el meandro de Ranillas, atacan el último reducto de la huerta tradicional zaragozana, en la zona de Las Fuentes. Con el agravante de estar situado además el espacio natural del Soto de Cantalobos. Bosque de ribera que tan pocos ejemplos quedan. Con todo lo que ello supone de espacio natural de esparcimiento, entre la maraña de asfalto que están convirtiendo a Zaragoza. Una de las últimas zonas para especular, con la excusa de cerrar la ciudad. ¿De verdad que cierran así la ciudad cuando están siempre propiciando su expansión? En vez de asentar la ciudad edificada y cuidar sus zonas realmente degradadas. ¿En qué situación financiera está el ayuntamiento? ¿Qué clase de ayudas se podrían pedir y quién estaría dispuesto a darlas? Lo estrambótico no es extraño con esta gente.
Soto de Cantalobos (Blogs Heraldo)
Pero alegría, como la de Roque Gistau. Que si esta Expo ha sido un éxito, la siguiente va a ser igual o más, que además ya se tiene experiencia.
Ha sido un éxito sin paliativos. Si a mí me dicen que iba
a tener este resultado en cuanto a número de visitantes, la calidad de lo hecho
o los mensajes que han salido de aquí no me lo hubiera creído.Esperaba menos.
Creía que algo fallaría, pero todo ha salido perfecto. ¿O encuentra algún error?
No sé, dragado del Ebro, bueno, ese no cuenta, el fracaso en la navegación, o la escasísima repercusión a nivel estatal. Por no hablar de la falta de contenidos y la contradicción de algunas actuaciones con el lema de agua y desarrollo sostenible. Sobre la Expo 2014.
No voy a valorarlo porque no conozco el proyecto. Pero sí digo que cualquier evento que a una ciudad le permita desarrollarse y generar ilusiones me parece bueno. Pero conozco poco de ella.
Ese es el problema, no se admite la crítica, bajo la falacia de confundir desarrollo con desarrollismo, y los opuestos al progreso. Se da por buenos estos proyectos per se sin análisis crítico. Como si para el desarrollo fuera necesario montar expos cada dos por tres.
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