Es algo que llevo pensando hace un tiempo. La utilización que el españolismo hace de Pau Gasol. Un tipo simpático, noble y sincero, y un gran jugador de baloncesto, que por fin ha logrado fichar por un equipo ganador, dónde poder alcanzar sus metas, alguien que las ha ido logrando en su carrera.
La repercusión de unas declaraciones de un jugador de primer nivel, con esa popularidad, es obvio que son notorias. A Pau es imposible pillarle un comentario desafortunado. Siempre es educado y políticamente correcto. Sus ideas son meridianamente conocidas, tiran a socialismo federalista. Son tan respetables como las de cualquier otro, ser popular no le dan ni le quitan razón.
Es eso a lo que voy. Más viendo el último anuncio de Nike, donde muestra uno de sus defectos, no tiene don interpretativo, se le quedó en el baloncesto, parece que estuviera leyendo, pero es secundario. Ese anuncio ha tenido algunas repercusiones creo que exageradas.
Pau creo que deja hacer, consiente tácitamente quizás. Pero no me gusta que se le use como ariete político. Sus éxitos personales se los ha ganado él con su talento y esfuerzo, y a nivel de selección con sus compañeros y técnicos. Pero ya se sabe que el deporte es un arma política desde siempre.
Pero en su caso, por su condición de catalán, digamos no nacionalista para entendernos, se le usa en ocasiones como ejemplo de buen catalán que no renuncia a su españolidad, frente a los malos que renuncian a ella. Como si la nacionalidad o ideas políticas de alguien le convirtieran en mejor o peor persona. Se aprovechan de su influencia mediática, en un debate en el que él nunca ha querido entrar. Aprovechándose de su buena disposición ante los medios. Y muchas veces por personas alejadas del baloncesto que sólo se han subido al carro ganador.
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