Las máquinas destructoras trabajan en Mularroya. Por encima de la ley, de la lógica y de cualquiera que se ponga por delante. Parece que ahora ésta faraónica obra, está en la fase de desvío del río Grío. Un río que habitualmente se puede cruzar de un salto, sin exagerar, en la zona dónde trabajan. Es duro ver como ésta vez no es una solidaridad con los afectados, sino que tu eres uno de ellos, se hace más duro. Son intangibles e incalculables las cosas que ves con impotencia cómo destrozan sin la menos sensibilidad ni respeto. Tu madre te dice cuando iban a pasar la tarde de los domingos justo al paraje dónde se ubicará la presa, o la de veces que su padre iba a pescar ahí. O la de veces que has pasado haciendo cicloturismo. Nada de eso pueden entender ni ver. Siquiera ser la mayor masa verde de la comarca, no sobrada de ellas.
Por otra parte, los concejales de CHA de Morata de Jalón, han sido autorizados por la Audiencia nacional española, ha seguir con el recurso que en su día retiró el nuevo y extraño ayuntamiento. Están legitimados para suceder al Ayuntamiento (...) en el ejercicio de la potestad de bienes y derechos de interés municipal permitiendo el ejercicio de acciones en defensa de aquellos. O las palabras de Rosa Aznar. Nos sentimos discriminados. En Yesa se va a repetir el estudio de impacto ambiental del recrecimiento porque las condiciones del proyecto han cambiado, y sin embargo en Mularroya vale el estudio que ya se hizo a pesar de que desde entonces ha habido cambios en una zona de especial protección para las aves. Quién no ha respetado una sentencia judicial, difícil que encargue un nuevo estudio.
Como los pantaneros no descansan, ya han hecho una modificación al proyecto de recrecimiento de Santolea, tras los problemas geológicos detectados en su día.
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