Las dificultades que está teniendo para desarrollarse el proyecto de Gran Scala, provoca reacciones como ésta. La culpa no es de lo disparatado del proyecto, sino de otros. Así opina el presidente de los empresarios zaragozanos, Jesús Morte, quién ya se mostraba entusiasmado el día de la presentación oficial. Él ve en ello un gran negocio, y no duda en extender los presuntos beneficios a capas dónde no va a llegar, la táctica de hacer del interés privado algo colectivo y con el apoyo de las instituciones públicas. La estrategia de Gran Scala se tendría que haber llevado de otra manera. ¿Qué pretende? ¿Más apoyo todavía del Gobierno Aragonés?
No es buena noticia que los promotores de Gran Scala vean dificultades graves para instalarse en los Monegros. En referencia al precio de los terrenos. Hay que tener descaro, más cuando ILD no es que haya demostrado hasta ahora tener solvencia económica. Les hacen las leyes a medida y aún pretenden los terrenos a precio de saldo. Eso es vender el territorio al interés privado, y es inaceptable. No es bueno para los especuladores, para los que quieren hacer negocio. Si tanto interés tiene, que les ayude él a pagarlos. O que explique de dónde le viene tanto interés. Su propio apellido es metafórico del probable fin de éste proyecto.
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