lunes, 3 de marzo de 2008

Ahora se acuerda Zapatero

Después de tardar otros cuatro años en finalizar la autovía mudéjar, de seguir excluyendo a Teruel injusta y vergonzosamente de los fondos de solidaridad y europeos objetivo 1, ahora va Zapatero y promete el AVE para Teruel. El mismo presidente que en 2004 se negó siquiera a mirar el estudio de viabilidad, cuatro años después viene a arrancar los pocos votos que quedan en las tierras turolenses con promesas de aire. ¿Por qué ahora sí y hace cuatro años no? ¿No es casualidad que coincida con la campaña electoral? Para más escarnio, éstos años ha habido un aragonés que responde al nombre de Víctor Morlán como secretario de estado de infraestructuras. Y es a éste, a quién tampoco se le ha ocurrido hacerlo en cuatro años a quién se lo ha encargado.



Un sistema de transporte, el AVE, que haría que Teruel por fin tuviera conexión directa con la metrópoli. Pero que no puede ocultar el pésimo estado de la red ferroviaria en toda la provincia, con tramos dónde hay que ir a una velocidad ridícula para no descarrilar, empezando por la Zaragoza-Valencia. El AVE debe ser un complemento, un plus, pero no la base de la política ferroviaria. Primero hay que adecentar la red ferroviaria, no cerrar más líneas ni estaciones, porque es el tren convencional quien vertebra las comarcas, y ayuda a fijar población, no las deja incomunicadas.



Una prueba más del electoralismo demagógico. Aunque todo ésto lo dijo en Zaragoza. Con frases como Mientras yo sea presidente del Gobierno, no habrá trasvase del Ebro. Espero que tampoco desalojos por la construcción de pantanos. Porque su política hidráulica se ha quedado muy corta en cuanto a modernidad. Aragón ya es, y lo será todavía más en los próximos años, una de las regiones más avanzadas de Europa. No sólo no sabe definirnos, sino que nos promete un gran futuro. A lo mejor a eso podía ayudar no sólo la inclusión de muchas comarcas en los fondos de solidaridad, medida sistemáticamente negada, sino el pago por fin de la deuda tributaria. Me da que no se subió mucho de la capital del país. Son cosas incómodas, pero que un público dócil no se las va a echar en cara, incluso por desconocimiento de las mismas.

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