martes, 21 de marzo de 2006

Antología de las declaraciones del juicio de Yesa I. "A mi que me cuenta"

Estos diez días de declaraciones han dejado frases para el recuerdo. Cuando uno se ve atrapado cuando no lo esperaba, por la impunidad con la que habían venido actuando hasta ahora. Se recurre a lo absurdo para justificar lo que no tiene justificación. Siguiendo la táctica de si no puedes convencerlos, intenta confundirlos. Recuerdo a una compañera de clase que decía que no le gustaban nada los abogados por eso, por su capacidad de mentir, tergiversar, manipular y defender a personajes de mala calaña. Yo le daba la razón, y le recordaba que también los hay laboralistas, que no todos. Estos días me acordaba de esto, sobre todo el primer grupo.


Gráfica imagen de lo que se cierne sobre Yesa.

Comenzaban con una ridícula táctica dilatoria, acusando puerilmente al fiscal de parcialidad, cuando es un proceso que llevaba seis años. "Podría haber tenido influencia". Oh, el fiscal me acusa, ¿por que será? El nombre de este picapleitos es Juan Antonio Núñez. "El Ministerio Fiscal no parece animado por el interés público y el cumplimiento de la ley, sino por un interés privado". Tiene la caradura de decir esto con las acusaciones que llevan encima. Cinismo en estado puro. Tampoco sorprende en demasía oir a Sancho decir que tiene "la conciencia tranquila". Que suerte para él y que aguante.
Grieta en Yesa, en consonancia con la argumentación de la defensa.
Un filón es Carlos Escartín, posiblemente el que más juego ha dado de los acusados, paralelamente a que era sobre el que pesaban las mayores acusaciones, parece que su comportamiento ha sido recíproco en ese sentido. Esto resume el espíritu de esta gente, "un director general es una persona que cae ahí, caído del cielo le faltó decir; y "firma lo que le traen", para mirar que es ya están los "funcionarios que son responsables de vigilar la legalidad". "A mí qué me cuenta", nada, solo una obra cifrada en 138 millones de euros, y ya sabemos como acaban estos presupuestos, y que firmó papelicos por valor de 3600 millones de euros. ¿Es ústed tonto, quiere que nos creamos que es tonto o nos toma por tontos a los demás? Además es víctima del sistema "No hay un funcionario que me apunte con una pistola. Esto es una política del Gobierno. Soy un eslabón de la cadena administrativa", así no es raro que anduviera más perdido que un barbo en los Monegros, al no señalar "qué órgano técnico o persona propone adjudicar esa obra en esas condiciones". Respecto a la DIA y problemas de grietas "el proyecto que licité tenía obligación de contemplar", menos mal, me quedo más tranquilo. La Dirección General de Evaluación Ambiental consideró "absurdo" (mira quien habla) sacar a concurso una contrata de 560.000 euros cuando ya existía una declaración ambiental. La contrata de Yesa, de 138 millones de euros, tuvo un añadido de 42 para pagar la corrección del impacto. Esta partida no salió a información pública. "A mí que me cuenta", le espetó al fiscal. Antológica la última frase, ¿no creen? La voy a añadir al título del post. Mola. A por que fichó por la constructora ACS, concesionaria de la obra, respondió "Me surgieron varias ofertas y elegí", que casualidad. Y en un bello acto, la dejó en junio de 2001 para que no estuviera en una "lista negra". Como presumiblemente el color de tu futuro. El no haber investigado si la empresa (Euroestudios) que redactó las condiciones de Yesa, era la misma que realizó el proyecto para las constructoras adjudicatarias, responde "No ordené ninguna investigación interna ni tenía que hacerlo". A pesar que el Ministerio sabía que Euroestudios tenía "información privilegiada". También afirmó que los fuuncionarios de Evaluación Ambiental "no saben de regulación" hidráulica. Para justificar el por que de la obra, llegó a invocar una ley de 1912. Hasta levantó el tono para negar que hiciera irregularidades "completamente falso". Si él lo dice...
Ese mismo día hubo hechos significativos. El presidente de la CHE, José Luis Alonso se abrazó con su antecesor y acusado Tomás Sancho; (y dicen que ha cambiado la política hidráulica) el presidente del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez; el de Lodosa, Enrique Castel "venimos a dar apoyo, es nuestra obligación, nos han tratado muy bien"; el de Tauste, José Francisco Berna, que recordaba las carencias de agua del eje del Ebro, y el del Guadalope, José María Pascual, que ya estaba la víspera. Estómagos agradecidos, que con su apoyo avalan estas actuaciones y esta forma antidemocrática de actuar. Me gustaría ver si les acompañarían también a cierto sitio que puede que visiten proximamente. La actuación de los regantes, y concretamente de las Bardenas, tendrá post aparte. Esperténtico.

Comisión de Seguimiento de las Obras, por cerca de donde vivo también hay una.

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