Como un amargo aguinaldo navideño, el consejo de ministros nos regala una injustificada y traicionera declaración de Mularroya como obra de interés público de primer orden. Conociendo a esta gente, como un mal perdedor que hace trampa y retuerce la ley para saltarse las tres sentencias judiciales que avalan la ilegalidad de esta obra. Cinco meses han tardado desde que por fin se paralizó una obra que siempore ha ido a hechos consumados. Y ahora van a consumar un fraude de ley. Es frustrante ver como a pesar de ganar, de la lucha con tan pocos apoyos se consiga tanto, y que al final te hagan una maniobra sucia e inmoral.
Apelan a razones de tipo social y económico. Socialmente la comarca de Valdejalón se ha desarrollado agrícola e industrialmente sin necesidad del embalse. Siendo una excepción en las comarcas de su entorno. No hay carestía de agua. Pero socialmente el trasvase del Jalón dejará sin agua a varios pueblos con las afecciones que conlleva, en pueblos que tienen un menor nivel de desarrollo y menos poblados. Económicamente es de risa con el coste del embalse que se hable de razones económicas, es un nuevo despilfarro de dinero público. Tampoco hay razones de seguridad nacional o de urgencia que lo justifiquen. Ni que el interés de una zona sea mayor que el de otra y que el Estado tome parte por una de ellas.
Eso sí, anuncian medidas compensatorias, que ni siquiera tienen que ser en la zona afectada, lo que resulta kafkiano y un insulto a la gente. Mientras hacen una nueva Declaración de Impacto Ambiental, están exonerados.
Otro aspecto ridículo son las avenidas del río Grío, de las que no hay constancia histórica. Es ahora con la presa cuando están creando un peligro que antes no existía. De las que sí hay constancia es de las del río Alpartir, en 1731 y conocida como la ruina, que llevó a modificar su cauce. Con este antecedente, nadie ha pedido hacer una presa en la vega de Alpartir para laminar estas avenidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario