El deseo de la CHE para el nuevo año es reanudar las obras de Mularroya. No sólo confían en eso sino en hacerlo de manera legal, primera vez que se preocupan de ello, a la fuerza ahorca la sentencia del Tribunal Supremo. Es una muestra de cinismo después de años de desmanes e impunidad. Uno se pregunta, retóricamente, por qué siempre se reune con los regantes a darles buenas palabras pero nunca con los afectados. A pesar d las numerosas alegaciones. Pero ahí se le vuelve a ver las vergüenzas, ya que De Pedro dice que si la Audiencia da su aprobación, reanudarán las obras antes de acabado el proyecto. ¿No decía que lo quería con plena legalidad?
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