Da igual que tenga en pie de guerra a la comunidad educativa con la regresión y clasismo que quiere imponer, mientras se recorta de los servicios públicos como la educación, para otros no parece afectarle la crisis, como la tauromaquia. Pocas cosas son tan aberrantes y parasitarias como la tauromaquia. Un negocio sustentado por dinero público y al que afortunadamente cada vez acude menos gente, pero altamente subvencionado, especialmente las grandes ganaderías. Muy pocos festejos podrían realizarse y ser rentables económicamente sin la ayuda pública. Aún así el aberrante espectáculo que se contempla en el ruedo hace que lo otro sea menos importante. Signo paradigmático del atraso cultural español.
Y hablando de España hacen un tema nacional al toreo y esencia del españolismo, normal que haya independentistas, y hacen de la prohibición en Cataluña una guerra política y de identidad, los no nacionalistas. Wert aún tiene la desvergüenza de citar a García Lorca, el mismo que fue fusilado por los antecesores de los fundadores de su partido y que fue víctima del odio y la incultura falangista. O que afirme que en Francia piensan elevar a bien cultural al toreo, como han hecho en Madrid y Castilla La Mancha. Es indigno comparar un cuadro, una escultura o un edificio con el toreo. Aún así para la tauromaquia sí hay más dinero, un insulto a los que padecen los recortes educativos. Un país de ignorantes como quieren siempre son más fáciles de manejar, y que se diviertan con el toreo.
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