Dos noticias en la que sus protagonistas le echan cara. Una manera de andar por la vida que da más réditos de los debidos.
Por un lado la que le vienen echando los sucesivos gobiernos españoles en el trato tributario dispensado a Aragón. Así mediante sentencia judicial, no podía ser de otra manera, la Audiencia Nacional, obliga a pagar 30 millones de euros por gastos sanitarios del año 2001, antes de transferir la competencia. Eso sí, el propio Larraz reconoce que se tardará en cobrar, como los malos pagadores que tanto abundan en España. Un aviso para la deuda tributaria. Luego pedirán lealtad de las autonomías al estado, ¿y ellos?
Y por otro lado, la habitual desfachatez para acometer obras hidráulicas. Donde siempre se intenta ir a hechos consumados a la menos oposición a la misma. El intento de trasvasar agua del Huerva, sin la pertinente autorización del INAGA, que dicho sea de paso, tampoco es que vela demasiado por el medio ambiente, más estando en las manos que lo dirigen. No seguían el trazado marcado, debe ser que como no les dejan en Tosos, lo hacen por donde quieran, hacerlo se hace. Aunque sea así y entrando en zona protegida.
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