jueves, 25 de septiembre de 2008

Los regantes

Sería un buen momento, aunque no lo vayan a hacer vistos los antecedentes, para que reflexionaran. Sí. Pensaran en que el agua va a ser un bien que va a tender a reducirse, que hay que ser más eficaces y eficientes en su uso. Todo ésto conlleva que los grandes planes, pantanos y trasvases sean insostenibles, más que ahora, desde el punto de vista ambiental, económico y social. Unido a la reforma de la Política Agraria Común y a la legislación europea, estricta en temas medioambientales, y que España aunque lo intente una vez tras otra, no puede ignorar.
Pero los regantes, al menos el presidente que han elegido, Andrés Del Campo, siguen pensando que eso no va con ellos. En un seminario en Zaragoza. Aparte del empleo de un lenguaje caduco. Ante las competencias hidráulicas de las autonomías.

Es preocupante, ya que las competencias sobre cuencas intercomunitarias no pertenecen a las regiones, sino al gobierno central.


No es que esté buscando el bien común, ése que les gusta invocar cuando en realidad defienden el suyo particular. Piensa que es más fácil convencer a uno que a varios, sobre todo si hay que hacer trasvases que provoquen un enfrentamiento entre territorios.
El agua es de todos los españoles, por lo que ninguna cuenca, comunidad autónoma, ayuntamiento o comunidad de usuarios es dueña de este recurso, ya que el derecho al uso privativo del agua se adquiere mediante una ley o una concesión administrativa.

Ahí mete ese toque de nacionalismo banal, de falsa solidaridad, el agua es de todos. Justificando sibilinamente los trasvases. Pero luego deja claro que hay concesiones, así que el agua deja de ser de todos para serlo de unos pocos, los que la usan, y es su colectivo el que con mucha diferencia más uso hace de ella.


Evitar la instrumentalización del uso de este recurso que sólo conduce a provocar guerras del agua.


Claro, sus apetencias y exigencias no provocan enfrentamientos.


El ejecutivo central debe defender y respetar el principio de la unidad de cuenca que marca la constitución, asumiendo un papel director y relevante en la gestión de la política hidráulica para evitar posturas localistas y egoístas. Se ha territorializado demasiado.
Y que marca también la directiva marco del agua de la Unión Europea. Si hay que respetar la unidad de cuenca, ¿por qué su colectivo es favorable a los trasvases intercuenca? Además se permite el lujo de decir que defender lo propio de agresiones externas es egoísta. ¿No lo es pensar en quitar recursos a los demás sin pensar en las consecuencias? Si habla de territorialización del agua ¿qué hacen ellos con los pantanos y llevando el agua a otro sitio? apropiándose de ella. ¿No es territorializar el agua? Hacer a unas zonas de almacén y a otras receptoras.

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