viernes, 1 de febrero de 2008

Exposición 2 de Mayo en Madrid

Ya comentábamos el españolismo de los actos conmemorativos de los Sitios y la Guerra de la Independencia. Ahora, desde la metrópoli s ehace una eposición, dónde nuevamente se erigen en defensores de la historia vista desde el españolismo, enfrentándolo a las otras versiones. Dónde nunca han aceptado la plurinacionalidad del estado, como bien muestra el lema de la exposición Un pueblo, una nación. Pero como viene desde el españolismo, no tine cariz político ni partidista. Como siempre, tratan de imponer su visión al resto. A mi me parece respetable su visión, el problema es ese, que se muestre como la única válida. Otra cosa no se puede esperar con el PP y Esperanza Aguirre, y siendo comisario Pérez-Reverte, con su particular visión de la historia de España.







En el vídeo se ve un resumen de las intervenciones. Empezando por la manipulación de hablar de nación y la toma de conciencia, cuando España no se declara como tal hasta las Cortes de Cádiz de 1812. Más la exaltación de la violencia y el militarismo como constructor de la conciencia nacional. Bien que la mayoría d enaciones se han hecho con guerras para fijar las fronteras, pero a día de hoy no creo que convenga una exaltación. De Francia vino también unas ideas renovadoras, que muchos españoles llamados afrancesados apoyaban, y que luego les costó la cárcel y el exilio. No vamos a presentar el bando español como unitario, salvo en defenderse del extranjero, no en cuanto a la idea de Estado. Tambiéns se ve la intencionalidad en remarcar determinados acontecimientos, bajo un prisma interesado, aquellos que pueden dar sensación de unidad en lo que no lo es. Son tan majos que nos señalan cual es nuestra historia. Luego si remarcamos algo propio, es partidista y nacionalista.



Se remonta la historia de España a saber dónde, como poco hasta la llegada de los griegos a Ampurias. De manera interesada, se asocia lo que ha sucedido en el solar de la península ibérica, con España como nación, que es distinto. Eso forma parte de nuestra historia sólo por el marco geográfico, no por razones políticas. Porque la historia no sirve para justificar a otros, a mi personalmente me vale la voluntad actual, pero sí para la española. Lo que sí coincidimos es que enriquece el conocimiento de la historia para saber de dónde venimos, ver las influencias de tantos pueblos y ser por ello de mente abierta. Saber cuando se tiene entidad política y cuando no. Hablar de libertad, cuando se trajo a un rey como Fernando VII que echó por tierra cualquier avance cultural y político, con las mejores mentes intelectuales en la cárcel o el exilio. La libertad no es sólo política, sino de derechos individuales y políticos, no con el absolutismo. Por no hablar que inspiró a toda una nación, fue algo casual que se iniciara ahí, concretamente en Móstoles, quizá por la cercanía con el centro de poder. No por ser referencia para el resto. En cada sitio se actuó de manera natural. Más cuando en los Sitios prácticamente no hubo ayuda del resto de España, ni siquiera de los inspiradores de la nación. Respeto todas las opiniones, incluso las interesadas, lo que no acepto es que me lo traten de imponer, qué debo de pensar y de sentir.

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