Una vez más, desde la UE se va en una dirección apostando por una política de agua que deja en evidencia a los pantaneros y trasvasistas españoles. Curiosamente se hizo eco el diario "La Verdad" de Murcia, que en el tema del agua no hace honor a su nombre. La Comisión Europea da la razón a lo que aquí se considera radicales antiprogreso. Aunque ya sabemos que España sólo hace caso a lo que le interesa, si no cumples las normativas europeas la multan, y quizá debería incidir en la recepción de fondos.
Como limitar el consumo de recursos hídricos de los regadíos, industrias y servicios a la cantidad de agua disponible localmente. Tira por tierra la teoría colonial de llevar el agua adonde es más rentable. Además de fomentar el consumo responsable y ajustado, no como hace España de oferta ilimitada. Dentro de una nueva normativa para afrontar las situaciones de sequía. Hacer más infraestructuras de suministro debe considerarse como una opción cuando se hayan agotado otras.Como última opción, mucha dejadez tendría que haber, como la no ejecución de desaladoras y medidas de ahorro. Ya que los trasvases Provocan a menudo conflictos sociales y políticos entre cuencas donantes y receptoras, lo que cuestiona su sostenibilidad. Cambian inevitablemente la situación de las masas de agua, y por ello están sometidos a estrictos criterios específicos. Es contraproducente y contrario a la lógica de la jerarquización del agua y la necesidad de respaldar las medidas de ahorro y eficiencia hídrica en primer lugar, que algún país europeo promoviera la construcción de más infraestructuras hidráulicas.
Se propone mejorar la planificación de los usos del suelo, sobre todo los que tienen escasez de recursos hídricos o con elevadas presiones de consumo. En la costa mediterránea pueden tomar buena nota. Las actividades económicas deben ser planificadas en función de los recursos disponibles. Para la agricultura se pide obligación de ahorro, con incentivos fiscales, único medio que parecen entender para ahorrar. También para las ciudades. Introducir estas medidas rápidamente a nivel comunitario. Resumiendo, las medidas de siempre, que tanto cuesta de entender en España.
Algo que se tendrían que mirar los partidarios del recrecimiento de Yesa unido al abastecimiento a Zaragoza. Ha trascendido que mantener la tubería, de 100 kilómetros, cuesta más de un millón de euros, cuando con llenar La Loteta a través de la acequia de la Sora, se podría abastecer a la capital sin necesidad de recrecimiento. Sobre todo si se revocara la exclusividad del agua de Yesa por los regantes de Bardenas, cuando la ley da prioridad al abastecimiento urbano sobre el agrícola. Pero una solución así no da votos.
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