sábado, 22 de diciembre de 2007

La sentencia 18-98

Un estado democrático, debe garantizar la imparcialidad y rigurosidad de un juicio. No parece que haya sido así durante el juicio 18/98. Más bien una maniobra política, destinada a lo de siempre, criminalizar ideas que no sean la suya. Ha habido irregularidades como no entregar a tiempo a la defensa pruebas, pérdida de las mismas, negación de la palbara para defenderse. Todo ésto los políticos españolistas lo llaman triunfo del estado de derecho. Coletilla que tienen, pero más bien deberían decir de su estado de derecho. Todos estamos de acuerdo en que los criminales deben estar en la cárcel, que la violencia es inaceptable como arma política, pero que tampoco se puede meter en el mismo saco a todo lo que huela a vasco, como han hecho. Se les ha juzgado antes de iniciarse la vista, por los medios de comunicación, la sociedad, ya eran culpables. La política también de las medidas preventivas, aunque se cargue la libertad de expresión y el derecho a informar, ¿dónde están las pruebas contra Egunkaria por ejemplo? o el cierre de Egin.
En éste video de ETB se resume el proceso.









Medidas así no impulsan la paz, sólo reactivar a los sectores más radicales de ambos lados. A las personas las pueden encarcelar, a las ideas no, son libres.

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