Etoo siempre se ha significado como uno de los estandartes en la lucha contra el racismo, por eso sorprende que durante la visita del FC Barcelona a Nelson Mandela, aprovechando un amistosos en Suráfrica. Cabe decir que otros, se dan menos pábulo, y hacen igual o más, caso de Thuram. A la visita a tan insigne personaje, que a cualquiera le haría ilusión conocerlo y poderle saludar personalmente, sólo asistieron Iniesta, Thuram, Belletti, Gio y Oleguer. Lo mismo que para Etoo se puede decir de Ronaldinho, y cualquier jugador de raza negra que no asistiera. Es chocante que Etoo no quisiera conocer al abanderado mundial contra el racismo durante décadas. Quizá porque en su ego le haga sombra. Es fantástica la ayuda que hace Etoo a los necesitados, como otros muchos deportistas de elite, tienen muchas más posibilidades que cualquiera, tanto por dinero como por impacto mediático. Aunque piense que las cosas son justas por su fondo, no por quien las promocione, es algo triste que gracias a un famoso se condiga más movilización. Eso sí, a la menor, Etoo volverá a erigirse en el abanderado antirracista. Una persona con su carácter, modales y salidas de tono, está incapacitada para abanderar nada, porque genera rechazo, y para ese cometido se necesitan personas que sepan dirigir todo eso, sin afán de protagonismo, sin insultos ni generalizaciones tan simples como injustas. Que fácil es hacer el amago de irse de la Romareda, cuando en Stanford Bridge sufrió igual pero no tuvo valor para hacerlo, ni se fue cuando en el Camp Nou otros hermanos negros sufrieron gritos racistas.
La justificación de Laporta es paupérrima, que no estaba en los actos oficiales y obligatorios. Como si fuese necesario para que no le saliera a cada cual un impulso natural y fuera consciente de la importancia del acto. Otros dicen que es porque Etoo es de derechas y Mandela de izquierdas, como si la lucha antirracista conociera de ideologías. Menos hipocresía.
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