A lo que se ve, seguimos pagando la factura de la Expo 2008 y lo que nos queda. Habrá que ver ahora a quienes acusaban de agoreros y aguafiestas a quienes advertíamos, no ya del escaso trasfondo de la misma, sino del dispendio económico. Ahora el Gobierno de Aragón asume la deuda de 248 millones de euros e inyectará 214 millones para paliar la explosión de la burbuja inmobiliaria. Como siempre, es malo fiar a la especulación y las expectativas triunfalistas. 214 millones que vendrían muy bien a nuestras carreteras o nuestra sanidad, pero en fin. Bueno será recordarlo para cuando digan que no hay dinero. Para estos rescates siempre lo hay.
miércoles, 14 de octubre de 2015
Las cuentas de la Expo 2008
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