En unas jornadas en Bruselas Miguel Martínez Tomey en representación de Chunta ha reclamado el derecho de autodeterminación del pueblo aragonés. Basándose en la involución centralista del gobierno Rajoy y los derechos históricos. Le gusta tirar de historia y si bien es cierto que es un respaldo y nos proporciona la identidad, la mayor fuerza ha de residir en la voluntad del pueblo aragonés, actualmente alienado tras siglos de colonialismo y aculturación. Parece lógico que un partido nacionalista haga suyo ese derecho, aunque haya sido un partido habitualmente tan tibio como Chunta, que llegó a prohibir las estreladas en las manifestaciones, y que siempre ha tenido pavor a que le comparen con Batasuna. Más allá de figuras retóricas, dudo que Chunta de pasos firmes hacia la autodeterminación. Tan necesaria para que los temas de Aragón se traten aquí en base a nuestros intereses y no a los ajenos.
Uno no puede evitar echar la vista a 2004 y la expulsión de Chobenalla, precisamente por declararse independentista, y aunque no sea lo mismo, si eres partidario del derecho de autodeterminación una de las opciones es la independencia. Entonces minusvaloraron la importancia de ese hecho, asociado a una deriva centrista y de intentar consolidarse en el establisment político, para lo cual debían soltar lastre por la izquierda.
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