Sabía que era meterme en una polémica estéril pero cada uno tiene derecho a expresar sus opiniones y a que se le respete. Aparte de algún comentario burlón donde llegaron a meter al colectivo gay (que no me olvidara de ellos en mis reivindicaciones) e incluso contra el aragonés, ya que se pasaban por mi muro para tener algo de lo que escribir dada su manifiesta incapacidad para argumentar.
Por defender el derecho de manifestación y que apoyar el acercamiento no es ni mucho menos apoyar la violencia, cualquier persona con un cociente intelectual normal es capaz de entenderlo. Cayó primero una lluvia de graves insultos y malos deseos. Pasando después a la amenaza, incluyendo en su desvarío el citar su lugar de reunión, el bar Africa, ya sé en que bar no entraré nunca. Tampoco sirvió que expresara mi apoyo y condolencia a las víctimas y familiares. Ni que en mi primer mensaje expresara que detesto la violencia.
Ante la gravedad pedí al señor Riverola dos veces por privado que eliminara esos mensajes, incluyendo alguno mío en que respondía algo a los insultos. Sólo había puesto en el muro que no se admitían insultos ni apología del terrorismo. Lo segundo debe ser que no distingue las cosas o tiene problemas de comprensión para ser periodista. Estoy esperando a que cite dónde se hizo apología. Ahí sigue todo en su muro para el que quiera facilitarse el vómito. Prefiere encubrir a los matones que aprovechan el facebook para vomitar sus frustraciones. Los que dicen odiar el terrorismo y emplean métodos similares, el insulto y la coacción. Así como los que justifican la violencia contra el terrorismo.
Ya sabía que como periodista no era gran cosa, ahora se ve que como persona tampoco. Es inadmisible que permita esos comentarios y no los borre ni reprenda a sus autores.
Para rematar decía que el día anterior no había tenido tiempo para borrar los mensajes, que ahí siguen. Casualmente sí lo tuvo al día siguiente para responder en minutos a un mensaje banal que le dejé. Hasta me he enterado que le han echado de Radio Ebro y que ahora hace su programa en otra emisora. Y que está bien visto en los Ligallo. Tácitamente justificaba lo ocurrido.
3 comentarios:
El terrorismo es un tema delicado y hay por ahi unos cuantos fundamentalistas victimarios que se creen con el derecho de tildar de 'terrorista' a cualquiera que no esté mínimamente de acuerdo con ellos. De hecho, el 'terrorismo' ha acabado convirtiéndose en la coartada perfecta de un nuevo Orden Mundial, es decir, una Dictadura Global donde cualquiera que no esté de acuerdo con ellos podrá ser tildado de terrorista al instante. Hay que tener mucho cuidado al intervenir en este tipo de polémicas y, sobre todo, lo que no hay es que meterse en zarzales en los que sin duda saldrás arañado.
Yo me di cuenta de esto en 2004 con una noticia que leí en un medio. Resulta que en 2004, en Valladolid, en una manifestación a favor del botellón, la juventud encolerizada se lió a quemar containers y destrozar cabinas de teléfono. Por el mismo "delito", a un niñato abertzale, sin embargo, se le aplicaba la ley antiterrorista. Fue un ejemplo que para mi resultó meridianamente claro. El delito estaba definido A/ quemar containers B/ destrozar cabinas. Pero mientras a los botellones de Valladolid la justicia les aplicaba delitos de faltas a los niñatos abertzales se les aplicaba la ley antoterrorista. ¿Qué quiere decir eso? Que lo que criminalizan no son los actos, sino las ideas. Este es el catecismo de todos esos "antiterroristas". El integrismo no acaba con ETA o Al Qaeda. Bush, Libertad Digital y la COPE son exactamente lo mismo.
Resumen:
En Valladolid se llama Kale Alcohorroka
Y en San Sebastian Kale Borroka.
La segunda es peor, sin duda.
Básicamente es lo que dices. O conmigo o contra mí. Cualquiera que se sale un poco de la línea marcada es señalado.
Hoy al menos tenemos la esperanza del alto el fuego. Ojalá sea definitivo y sea el fin de la violencia. Pudiendo debatir el futuro en paz.
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