Una de las aficiones más generalizadas en la España cañí, son lo mal llamados festejos taurinos y con otros animales, que resultan cualquier cosa menos una fiesta para el pobre animal. Hordas de garrulos los acosan brutalmente en lo que se entiende por diversión. Siendo jaleados cuanto más perseveran en su maltrato. Sabido es que en España aún está poco desarrollado el respeto a los animales en amplias capas de la sociedad. Estas fiestas populares muchas veces acaban en ser casi monotemáticas en cuanto a éstos degradantes espectáculos, que cuentan con la consabida subvención y complicidad de la administración. Algunos con total desfachatez pretenden hacer pasar ésto como cultura y tradición a pervivir.
Asanda hace años que viene denunciando ante la Junta de Andalucía la crueldad de estos festejos en el pueblo cordobés de El Viso. Un pueblo cercano a Pozoblanco, donde se vivió una de las cumbres de la historia del toreo con el gran Avispado. Consiste en lo siguiente una de estas tradiciones festivas.
En la suelta de 2007, de las 6 vaquillas soltadas, a la hora de la finalización sólo pudieron regresar a los corrales por su propio pie 2 de ellas. De las cuatro restantes una falleció en las calles por el sobreesfuerzo y acoso a los que fue sometida; otra tuvo que ser apuntillada por haberse fracturado una pata en una de las múltiples caídas que cada res sufre por el estado del pavimento; y los dos restantes simplemente estaban tan agotados que no podían desplazarse. En la suelta de 2008 dos de las seis vaquillas soltadas quedaron literalmente reventadas en la calle. En la suelta de 2009 una vaquilla murió en la calle de agotamiento.
Tienen el detalle que las pobres vacas que ya no pueden moverse por estar agotadas o muertas, las recogen en una especie de coche funerario grotesco. Es incomprensible e intolerable que cuenten con autorización y además de manera reiterada en el sufrimiento animal y su agonía. No sólo no se prohibe y se castiga a los culpables sino que desde la Junta se les premia con ser declarada fiesta de interés turístico. Esa es la imagen que los responsables de la consejería de turismo andaluza pretenden potenciar y proyectar. La brutalidad, la barbarie y la sinrazón. Es totalmente indignante.
Como delirante es la respuesta de la consejería y su purria de argumentación. A una denuncia bien argumentada tanto por escrito como con material fotográfico, responde así. Afirmando que esa fiesta cumple con lo establecido en el Decreto 251/2005, de 22 de noviembre. Además reconoce lo bien documentada que está la denuncia aún así no le debe parecer suficientemente fehaciente o deben estar ciegos o directamente son unos cínicos. Ojo a esto.
Así como generar en la ciudadanía un sentimiento de protección, respeto y defensa de la naturaleza en general y de los animales en particular.
Pues tiene trabajo por delante.
Considerando todo lo expuesto anteriormente, si en la Dirección General de Promoción y Comercialización Turística tuviera entrada solicitudes de Declaraciones de Interés Turístico de Fiestas en las que se detectaran irregularidades e incumplimiento de la legislación sectorial aplicable, como es lógico no se concedería la declaración.
¿A qué espera para aplicar la ley? ¿Por qué ésta gente tiene la impunidad para saltarse la ley siempre? Desde aquí animo a Asanda a continuar con su labor.
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