jueves, 2 de noviembre de 2006

Noviembre

Noviembre es un mes asociado a la melancolía, motivada por el paisaje otoñal cuasi invernal, el frío que invita a quedarse en casa y paisajes desnudos que invitan a la reflexión. Para renovarse y hacerse más fuertes. Un aire frío que desentumece los pulmones cuando se sale. Hay una canción de la Ronda de Boltaña que explica bien todo esto, y más con la dura vida en la montaña en los meses de invierno. Lo impresionante de un paisaje abierto visto de noche, el ruido del viento. La oscuridad hace que un paisaje pase de majestuoso a tenebroso.

Este es el comentario de la canción y la evocadora imagen de Fuebla.

Entre las hayas, las hadas traviesas de la llovizna derriban con sus deditos helados hojas muertas como sueños abandonados.

Lejos, tan lejos que podría ser en el recuerdo, alguien canta.

Es otoño.

... ¿Y qué?. . Siempre es otoño -país de anochecida...- en Sobrarbe.



Entremón, navata: Las navatas son embarcaciones que se construyen atando entre sí los troncos que se van a transportar por el rio. Sobre esa especie de balsas, los navateros de nuestra comarca bajaban cada año por el Cinca -y también el Ara-, y luego Ebro abajo, hasta Tortosa, donde se vendía la madera. En ese arriesgado viaje, tal vez el momento más difícil -y por eso el más recordado- fuera el del paso del Entremón, un vertiginoso estrecho como un tajo entre paredes de roca, que el Cinca atraviesa a las espaldas de Samitier. Desde que se construyó el embalse de Mediano -el de la valiente torre que en nombre de todo este país grita su rabia entre las aguas-, ya todo es recuerdo. Al pie de la presa, Entremón sueña las navatas que ya nunca verá.

Y la letra

Cae Octubre, y se va -hoja seca en el viento-. Amarilla y fugaz mariposa, ¿dónde vas?.. ¿Dónde irás a parar, pasajera del cierzo? ¿En qué bosque otoñal caen los días que se van?

Igual que una cometa de colores dos milanos cruzan por la tarde en paz. Jirones de arco iris viste el bosque; hoja a hoja, Noviembre lo ha venido a desnudar.

Cae Octubre, y se va -un compás de silencio... Viejo reloj de sol, ¿cómo hacerte ir hacia atrás? La montaña arderá con la luz de los muertos. Mil estrellas caerán esta noche ante su altar.

Noviembre ha llegado al Pirineo, se arrodilla entre las tumbas a rezar; deshoja flores en los cementerios, y alguien asa castañas en las brasas del hogar.

Cae Octubre, y se va -lagrimicas al agua-. No os quisiera engañar, nunca llegareis al mar. Más allá de Entremón nunca irá una navata. Río y vida, al final a un pantano hemos de dar.

Noviembre, sólo sabes contar penas. Carrusel de la memoria, ¡para ya!. La puerta del futuro está entreabierta: Una sombra, un suspiro... y otra vez se cerrará... Sin saber si habrá otros, cae Octubre, y se nos va.

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