Septiembre es un mes que me gusta, quizá aquí en el norte se note menos que en mi tierra aragonesa, margen derecha del Ebro, donde si se nota más diferencia, tras el sofocante calor de Julio y Agosto. Aquí al menos de noche refresca en verano. Y no son tantos los días de calor. Hace unos días de luz cálida, tamizada, que permite visualizar los colores del paisaje, no como en la cegadora luz veraniega. Hace una temperatura más suave, que invita a pasear tranquilamente, incluso a la reflexión, el paisaje aparece sereno, invita a verlo de cerca. A final de mes empiezan a amarillear los primeros árboles, anticipo de la bella decadencia otoñal, que teñirá el paisaje de bellos ocres, rojos, amarillos, en un mosaico de color, deleite para la vista. Para dejar paso a la desnudez del invierno. Un tiempo donde costará mayor esfuerzo disfrutar de la fría belleza del paisaje, cuando el aire frío entre en los pulmones para fortalecerlos y haya que salir mejor pertrechado. Por esta zona norteña es más esquivo este mes de septiembre, acaba siendo más frío, o nos sorprende con algún día perdido del verano. Mientras dure, un mes para disfrutar con serenidad, como esa luz tamizada.
Azud de Michén, Ricla. Foto: La Sabina, Javier Salas.
2 comentarios:
HOLA
EN ESTE ARTICULO DESCRIBEN UN HEMOSO PAISAJE DEBE SER LA IMAGEN QUE SE ESCAPO DE ALGUN SUEÑO, ME PARECE FABULOSO MAS CUANDO CONTEMPLO HACE PENSAR QUE BONITO ES EL PLANETA (ESTE, LA TIERRA).YO ESTOY AL OTRO LADO, EN CHILE DONDE ES PRIMAVERA EL PASILLO PARA EL VERANO, TENEMOS LUGARES TAMBIEN PRECIOSOS, QUE CAUTIVAN ACOMPAÑADO DE UN CLIMA QUE SEDUCE EN DONDE... HASTA A UNA LO HACE SOÑAR EN UN PASEO JUNTO A CARLOS MATA,UN BESO Y UN ABRAZO PARA EL (CHILE UN PAIS RICO EN SU GEOGRAFIA).
MATY DE LA CIUDAD DE LINARES
La verdad que no es un paisaje concreto, sino varios, cada uno tiene su propia personalidad y puede provocar emociones y sensaciones distintas.
Un saludo
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