viernes, 2 de junio de 2006

Qué grande es el ciclismo

En estos últimos días un nuevo escándalo de dopaje hace temblar el futuro del ciclismo. Es un tema que no se está tratando en plano de igualdad con otros deportes, ni en los medios de comunicación, ni en gran parte de la opinión pública. Es cierto que existe dopaje, pero lo hay en otros deportes, pero el ciclismo ha sido tomado como chivo expiatorio de todos. Cuando hay un caso de dopaje de un ciclista, es portada, ha habido casos donde se ha demostrado la inocencia y no ha sido portada. Es un trato injusto. En otros deportes hay manifestaciones populares de apoyo al deportista, aquí no, "si es que iba muy deprisa", "así ganaba así". Si nos hicieran un control anti doping cuando tomamos un medicamento seguramente daríamos positivo. Quizá habría que abrir la mano por ahí, y atacar el dopaje de los medios más sofisticados, que llevan la delantero a los medios de detección. E investigar desde las categorías inferiores. Pero así todos los deportes. No exculpo al tramposo, pero me gustaría un trato igual con todos los deportes. Y dejar de decir gilipolleces, llamar vampiros a los que piden orina de los futbolistas tras un partido. A ellos no les sacan sangre a las 6 de la mañana el día de la final, como si pasa en etapas importantes.
J. F. Bernard en el Gavia en 1988.
¿Acaso el último escándalo en España parece que afecta a otros deportes? Que tiren de la manta caiga quien caiga, porque si solo se habla de ciclismo se queda en el subconsciente colectivo que son los únicos. Pasmados se quedarían de lo que se puede consumir en el deporte profesional estadounidense y que tipo de controles hacen. O el escándalo de los velocistas. Gente entendida en ciclismo comenta que hace unos años había un dopaje más igualado, pero que ahora hay dos pelotones, los que tienen acceso a lo último y los que no. Eso hay que evitarlo, hacer una nueva lista de sustancias dopantes, invertir más. Y para ganar no basta con doparse, hay que tener piernas, un manta nunca va a ganar el Tour solo con esto.
Cima del Tourmalet y su monumento.
Pero a pesar de todo esto, los que amamos el ciclismo, vemos que nunca van a poder con él. Es demasiado bello y relacionado con el espíritu humano de superación, sacrificio y épica para que muera. Mientras siga yendo toda esa gente a ver las etapas, sobre todo las de montaña, y los ciclistas sigan pasando por ese estrecho tunel humano, viendo un hilo por el que pasar entre el bullicio de los aficionados. ¿Que lleva a toda esa gente a apostarse en las carreteras? Ese halo especial en el pasado Giro, por citar lo más reciente, de ver pasar por el Gavia, el Mortirolo... Mientras siga todo esto no va a morir. Es el deporte popular, de la gente, que recorre las carreteras y muestra al mundo la belleza de un lugar. Ver una etapa pirenaica, alpina o dolomítica, entre esos paisajes, la épica de los corredores y la pasión de los aficionados, es maravilloso. En la montaña se han escrito la mayoría de grandes gestas del ciclismo, y nos ha dejado la mayoría de imágenes más bellas. Solo las clásicas del norte europeo y sus muros ofrecenun espectáculo comparable. Seguirá vivo mientras millones de personas salgan con su bici a practicarlo. Porque te relaja la mente, te hace más duro ante las adversidades superarte poco a poco. ¿Por que se han apuntado más de 7000 personas a la Quebrantahuesos? Que grande es el ciclismo.
Paris - Roubaix.

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