sábado, 29 de abril de 2006

Llegan los play offs para el CAI

Con una palabra clave: humildad. ha sido para mi la clave de la fase regular, ir partido a partido, sin minusvalorar a ningún rival ni ir de "sobraos" por el nombre. Aquí te dan la bofetada si vas así. Varios han sido los factores para ver la mejor temporada regular del CAI en la LEB. Lo primero una buena planificación de la plantilla, esto es obvio, pero no siempre se ha hecho, para mi el mayor error histórico desde la vuelta en 2002 fue el desmantelamiento de la plantilla 2003-04 y la no continuidad de Julbe, que se quedó tan cerca de subir en Granada. No sabemos que hubiera pasado de haber retocado esa plantilla, pero no se habría llegado a la sensación de impotencia del año pasado.
Alberto García Chápuli ha sabido configurar una buena plantilla, compensada, y no solo eso, ha sabido reaccionar con acierto a las múltiples lesiones de la misma, con refuerzos de garantías (Stewart-Washington), o de mejora de la misma (Fox-Vidaurreta). Una plantilla donde nadie es imprescindible, pero todos necesarios y que saben cual es su rol cada uno. Han sido muchos los jugadores decisivos en un partido. Por supuesto todos hubiéramos querido evitar las lesiones, pero han mostrado la fortaleza del grupo. Y que más de un jugador tiene la capacidad para decidir un partido, aunque haya alguno más predestinado de inicio. Curiosamente el juego exterior no ha sido tan mortífero como se decía, ni el interior tan débil. Ha habido equilibrio, una de las claves para tener éxito.
Justo es también reconocer la buena labor de Alfred Julbe, siempre admirado y criticado, pero que ha sabido sacar partido de la plantilla. Las dos temporadas iniciadas por Alfred, han sido las mejores de este CAI. Con un juego basado en la intensidad defensiva, notablemente mejorada respecto al inicio de la temporada, y cierta libertad en ataque. Repartiendo minutos dada la amplitud de la plantilla, aún así uno de los lunares del equipo son los bajones que sufre el equipo. Como contrapartida, se agarra como a un clavo ardiendo a los partidos, nunca pierde la cara ni baja los brazos, así nos ha hecho vibrar con grandes remontadas. Ha creído siempre en la victoria y un espíritu competitivo que ha enganchado a la afición.
La afición ha sido y va a ser vital en los play offs, no solo con el increible número de abonados y llenando las gradas del Príncipe Felipe, sino creando un gran ambiente de apoyo al equipo y presionando al contrario. Uno de los avales del equipo es un pabellón entregado con 11000 personas. Y es aún más importante por que ganando el CAI todos los partidos de casa estará en la ACB. Nunca el CAI había contado con el factor cancha a favor.
El equipo inició la temporada con un balance de 5-5, donde se notó la falta de acoplamiento y la baja de Stewart. Pero desde entonces el balance es 19-3, optando al liderato hasta el último segundo. A pesar de las constantes lesiones, que han sido subsanadas con creativad táctica, profundidad de plantilla y espíritu de equipo. Con una plantilla mal diseñada el equipo no habría podido sobreponerse de esta forma a las adversidades. Junto a las soluciones aportadas desde la dirección deportiva. A pesar del exceso de exigencia, tan nocivo en Zaragoza, y el fatalismo ante un resultado adverso, cuando ya en las primeras jornadas se hablaba de echar a Alberto, a Julbe, a Keys, que la plantilla no valía. Menos mal que se ha tenido paciencia, otra clave que no ha habido en Zaragoza.
De cara a los play-offs: intensidad, lucha, calidad, esfuerzo, motivación, compromiso, juego de equipo, apoyo de la afición, carácter, capacidad de sufrimiento, humildad, tranquilidad, unidad... Viene un equipo complicado como Tarragona, no vamos a pasar con la gorra, es un error, la presión va a ser para el CAI y va a tener que saber jugar con ella. Su rival, todo lo que venga será un añadido bienvenido, y la falta de presión de ganar les hace más peligrosos. Mejor no pensar en unas hipotéticas semifinales, donde esperaría Hospitalet o Murcia. La clave, partido a partido.

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