Era una tarde de octubre pero que parecía primaveral, de esas que invitan a dar un paseo y respirar el aire. Ideal para ir a la vieja Romareda. Ese viejo estadio que se ha convertido en una metáfora del Real Zaragoza. Una vieja dama elegante, decadente, pero que ha vivido grandes momentos y mantiene la esperanza de volver a vivirlos. Donde estando en segunda iban 30.000 personas antes de la pandemia, en el momento de mayor decadencia del club desde su asentamiento en primera.
La temporada anterior, se hubo de llamar a Víctor Fernández para evitar la hecatombe, más que probable desaparición, del descenso a 2ªB. En octubre empezaba a pintar bien la temporada, no es posible saberlo, pero sin la pandemia y de haber seguido los acontecimientos con lógica, se hubiera logrado el ansiado retorno a primera división. Y hoy disfrutaríamos de Guti y Francho haciendo pareja. En una temporada difícil, ese equipo fue la válvula de escape y la ilusión del zaragocismo, que se identificó con sus victorias y el modo de lograrlas. En tiempos de penuria, una gran generación de canteranos al rescate, solo el pueblo salva al pueblo.
Sólo se había abierto la tribuna principal, llena con 10.000 personas, salvo las personas invitadas de colegios y clubes en el fondo norte. Para ver al equipo que había hecho historia en Reus, la última jornada, proclamándose campeón del grupo III de la División de Honor juvenil, después de 13 años. Con un histórico gol de Puche en los últimos minutos. Y una derrota en 30 partidos. Teniendo como rival a un tal Ansu Fati en el Barcelona, al que se ganó los dos partidos.
Y que había redondeado la temporada proclamándose por primera vez campeón de la Copa de Campeones, tras el subcampeonato de 2002, en Vigo, derrotando al Villarreal en la final por penaltis (7-6). A diferencia de la cantera amarilla, adonde se han ido alguno aragoneses, la de aquí formaba con un once entero de la tierra, diez zaragozanos y un binefarense. Juan Carlos Azón, se erigió en protagonista en la tanda y en el tiempo reglamentario deteniendo otro penalti. Jugaba un Fer Niño que ya ha debutado y marcado gol con el Villarreal en primera división.
Antes, había eliminado al Atlético, vigente campeón, con un gol de Francés. En semifinales eliminarían al anfitrión, Celta, con un golazo de Puche y otro de Jaime Sancho. La solidez como conjunto y el concepto de equipo, es lo que mejor define a este juvenil.
Es una pena que el técnico de ese equipo de época, Iván Martínez, haya tenido el marrón de hacerse cargo del primer equipo en las actuales circunstancias. Menos mal que la llegada de JIM ha aliviado la situación, que sigue siendo muy delicada.
Así, se ganó el derecho a jugar la UEFA Youth League, con los mejores equipos juveniles europeos, y el fútbol continental volvía a La Romareda. Un aire de esperanza, ilusión y cierta nostalgia se percibía en el ambiente. El rival, el Korona Kielce polaco, 1-0 con gol de Borge y en la vuelta un inapelable 1-4, remontando y con doblete de Iván Azón. ¿Qué lleva a 10.000 personas a ver un equipo juvenil? Una búsqueda de compromiso, identidad y honestidad. Hasta la página web de la UEFA destacó la asistencia, y aún hubo quien se quedó fuera. Un día entre semana a media tarde.
Por motivos laborales, no pude asistir a más partidos. El encuentro frente al chipriota Apoel, resuelto por un apabullante global de 9-0, con hat-trick de Luis Carbonell en la ida. En las dos eliminatorias, se puede destacar el buen ambiente entre los equipos y la visita por Zaragoza en el bus descapotable.
Tras estas dos eliminatorias, vino el play off contra el potentísimo Olympique Lyonaiss. Equipo que bajó a varios jugadores del primer equipo para este partido. Algunos de ellos jugarían la Champions League contra el Manchester City y Bayern de Munich. Como Cherki, con un valor actual de mercado de 25 millones, según transfermarket. Con todo, en un soberbio partido, el equipo galo remontó 1-3 el tanto inicial de Javier Hernández. Según las crónicas, un partido que mereció ganar sobradamente el Real Zaragoza. La ovación final fue un merecido reconocimiento a este equipo, que esa temporada estaba luchando por volver a ganar su grupo hasta que fue paralizada la competición. Sigue de vigente campeón de la Copa de Campeones, eso sí.
Mientras escribo esto, cae la nieve, blanquilla, por supuesto. El debut, esperado de varios de estos jugadores en el primer equipo, hace teñir de optimismo el futuro y dejar atrás tantos sinsabores. Borge, Javier Hernández, Sola o Luis Carbonell, tentado tiempo ha por otros equipos. Por supuesto sin cargarles de una responsabilidad excesiva. Y por supuesto quienes se están empezando a convertir en la columna vertebral del equipo. Alejandro Francés, quien debutó como lateral derecho y se ha asentado como central con gran jerarquía. Iván Azón, que ya ha marcado gol, como delantero infatigable. Y para mí, la joya de la corona, Francho Serrano. Quién ya protagonizó de manera premonitoria la presentación de la camiseta. Centrocampista moderno que abarca todo el campo y hace fluir el juego con calidad.
La idea de este artículo fue desechada por Arainfo, por carecer de interés. Por lo que se ha demorado el escribirlo y ha hecho que se confirme esa importancia en el primer equipo de estos jugadores. Sí ha tenido cabido la polémica esteril de las camisetas y la publicidad de una casa de apuestas siendo alguno de ellos menor de edad. A pesar de que para la próxima temporada hay un decreto del gobierno que la prohibirá. Una ley aragonesa no puede aplicarse a una competición estatal o internacional, como ya dijo el Justicia de Aragón. Quien no tiene nada que hacer, con el culo mata moscas. O que se les cite en una inocentada. Como siempre, cada vez que este medio cita al Real Zaragoza es para dar una noticia negativa. Si no se ha querido informar de sus victorias, tampoco de algo de lo que ni tienen responsabilidad.
Pese a quien pese, el león siempre vuelve. Y el Real Zaragoza es un elemento aglutinante, popular e identitario de buena parte de la sociedad aragonesa.
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