A pesar de los intentos las obras de Mularroya siguen paralizadas tal y como vuelve a confirmar el tercer auto de la Audiencia Nacional al respecto. No les deben de valer las tres sentencias anteriores que siguen insistiendo. Con todo su labor destructora al margen de la ley ha sido posible gracias a su política de hechos consumados. Única manera de avanzar en la obra desde el primer día. Recordamos la sentencia de 2005 del Tribunal Superior de Justicia de Aragón y el inicio de las obras en 2008. Poco después en 2009 llegaría la sentencia de la propia Audiencia Nacional. Resulta dantesco que quieran continuar con el proyecto y la evaluación de impacto ambiental anuladas. Como resulta de gran desfachatez que ahora invoquen una cota de seguridad para seguir las obras quienes han creado ese peligro. No hay una avenida en el río Grío que pueda superar la pared ya hecha ni hay constancia histórica de grandes inundaciones. Como sí la hay del llamado día de la ruina en 1731 por el desbordamiento del río Alpartir. Fue tal que sacaron su cauce a las afueras de la localidad. No por ello invocan razones de seguridad para hacer una presa en Alpartir.
Presa de Mularroya en Julio de 2014
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