Como anunciaban los augurios y encuestas. Realmente aquí sí se podría hablar de una nueva etapa, aún con todos los matices. Está claro que peor que Bush no lo va a hacer. Creo que lo hará mejor sin duda, se relajará la tensión en las relaciones internacionales. Es mérito suyo, haber sabido canalizar el hastío de parte de la sociedad estadounidense hacia las políticas de Bush, unido a la crisis económica, sabiendo además que le iba a reportar beneficios en su imagen en el exterior. Canalizar un movimiento basado en la ilusión por el cambio. Como contrapartida, las expectativas son muy altas. Quizá demasiado. No se trata de ningún revolucionario, ni socialista, el partido demócrata aquí sería considerado de centro posiblemente. Se mejorará algo la política belicista, los derechos humanos y los derechos sociales. Junto al carisma que ha demostrado tener, y el simbolismo de ser el primer presidente de raza negra. De sus políticas depende parte de la estabilidad mundial.
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