Celebrada en uesca el fin de semana. Era importante dado el momento de crisis del partido, no sólo a nivel de los últimos resultados electorales, sino institucional y de proyecto, quizá lo primero fuera en parte consecuencia de lo segundo. La reflexión desde la lejanía y con las noticias y comentarios que llegan de la misma, es que se quedó a mitad o en un punto intermedio. Ni fue un triunfo aplastante como quizá esperaba el oficialismo, ni fue una catarsis con un cambio radical como esperaban o deseaban los descontentos. Quizá ésto último fuera más un deseo que algo esperado, cuando no se tiene el poder es difícil cambiar la dirección de un partido. Lo positivo es que se pudo debatir y decirse las cosas a la cara. Aunque posiblemente en el tema Chobenalla, que ha ganado magnitud con el paso del tiempo, se esperara alguna explicación más convincente de su expulsión. No refrendada en la asamble al necesitarse dos tercios para su aprobación, como se preveía, la mayoría de las bases no estaban de acuerdo. Aún con todo, veo positivo que se haya vuelto a la normalidad orgánica, otras heridas pueden tardar más en cicatrizar. Importante es que Ibeas reconociera el error.
A la espera que libremente la asamblea de Chobenalla, decida si acepta ser las juventudes de CHA o emprende un camino por libre. Ésto último no debería suponer tampoco una ruptura traumática, sino una puerta entreabierta y poder colaborar en temas comunes como parte del tejido social del nacionalismo aragonés de izquierdas. Aplicable también a cualquier otra organización, se necesita tender puentes, cada uno desde su sitio y a su manera y con el objetivo de hacer de Aragón un lugar mejor. La artificialidad de Chobentú queda patente en su disolución. Las juventudes de un partdo deben ser la punta de lanza y la innovación, el contacto más rabioso con la calle y la audacia, no algo supeditado a la dirección. Episodios como el del mitin no pueden volver a suceder. Positivo parece el talante conciliador de la nueva dirección, esperemos que así sea y no se quede en una mera declaración de intenciones. La retirada de todas las acciones judiciales es un primer paso a valorar.
El dinamismo del partido y la intención de mejora de las distintas sensibilidades, quedó patente en las dos candidatas a presidir CHA, tanto Nieves Ibeas como Lola Giménez. El resultado de 56% a 42% no debería mostrar división sino una necesaria y saludable pluralidad interna. A pesar del anuncio respetable de la salida de Puyalón como corriente crítica, esperemos dejar la puerta entreabierta, a nadie se le puede obligar a quedarse, aunque algunos miembros sí continúen a título personal. Me parece positivo el tono constructivo, aunque lamentablemente no se haya alcanzado un acuerdo para los puestos en el Comité Nacional.
La renovación no debe ser un mero cambio de caras, sino la autocrítica que se hizo en la asamblea, debe reflejarse en lo que haga CHA a partir de ahora. La autocrítica y una mayor exigencia de responsabilidades, es a la vez algo positivo y negativo en la izquierda. Por un lado es positivo reconocer los errores, pero en ocasiones puede desembocar en la disgregación, desencanto y en la falta de continuidad de los proyectos políticos. Y eso es fundamental, porque Aragón por diversas circunstancias, primero la guerra civil y el franquismo, y luego intentos fallidos, ha carecido de un partido que represente un proyecto político aragonesista y socialista, que represente a una importante parte de la sociedad. CHA lo ha conseguido éstos últimos 21 años, y sería muy negativo para Aragón volver a empezar de nuevo.
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