La desfachatez e iniquidad de la clase dominante no parece tener fin, envalentonada con un gobierno que la defiende y a la que está plegado. No olvidemos que el verdadero poder es el económico. Así la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol se suelta la melena.
Empieza reclamando una reducción de empleos en la administración pública, típicamente neoliberal. Menos estado, menos control. Y una rebaja en las cotizaciones de las empresas. Se ve que estar casada con Alejandro Aznar, propietario del Grupo Ibaizabal y del marqués de Riscal, una de las familias más ricas de España, no le da suficiente dinero a su avaricia.
Propone disminuir los sueldos para los jóvenes por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, 645 euros, que según su criterio sólo se lo merecen los trabajadores cualificados. Esto, según ella provoca parasitismo y que los desempleados no busquen empleo. La gente es precaria y desempleada por gusto, según parece. Así como reducir la indemnización por despido de indefinidos a 18 días por año. Camino del despido libre.
Es de una absoluta desvergüenza y falta de respeto. A una persona que le viene por familia y no mérito personal, su riqueza. Bisnieta de José Luís de Oriol y Urigüén, fundador de Hidroeléctrica Española, actual Iberdrola, que lleva décadas saqueando los ríos para su beneficio y obligando a emigrar a cientos de personas. Con una familia vinculada con el franquismo. Ha podido recibir una educación que muchas personas, no pueden.
Es evidente que defiende un orden social determinado y a su clase social. ¿Y todavía hay gente que dice que no existen la guerra de clases?
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