Un plan que contempla dentro de una inversión total de más de 2500 millones de euros, 1100 para nuevas infraestructuras, es decir, embalses que son nocivo entre otras cosas para alcanzar los objetivos de buen estado de las aguas y los caudales ecológicos. Pongamos el ejemplo de Mularroya con su trasvase y dejar seco un buen tramo del río Jalón.
El arma de doble filo de la reserva hidráulica para Aragón de 6550 hm3, ya contemplada en el estatuto, para una cosa que cumplen es mala. Puesto que abre la puerta al trasvase del Ebro regulando tal cantidad de agua, un trasvase requiere de un caudal tranquilo y constante, no torrencial como dicen los catetos cuando hay una crecida, mismo motivo por el que no se puede aprovechar la gota fría. Y para tener esa reserva se hacen los embalses del caduco Pacto del Agua.
Sin embargo aguas abajo en el Delta consideran que es insuficiente caudal para su supervivencia.
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