sábado, 25 de enero de 2014

Averly

Zaragoza es una ciudad que, desgraciadamente, ha perdido buena parte de su patrimonio histórico-artístico. No sólo por los Sitios ni avatares históricos. En los últimos decenios la piqueta, de la mano de intereses urbanísticos oligárquicos y especulativos, han arrasado con mucho.

Sin embargo, sigue habiendo, lamentablemente, gobiernos municipales y autonómicos que no le plantan cara. Ya sabemos la íntima relación entre política y dinero. Y que por encima de la clase política está la gente que realmente manda.

Resulta incomprensible que la fundición Averly no tenga catalogación de Bién de Interés Cultural y esté a merced de la especulación. Unicamente la vivienda de la familia y la entrada principal. Brial quiere construir viviendas ahí. En el mayor taller de Aragón y uno de los principales de Europa. En cualquier otro sitio estaría protegido todo el conjunto y se explicaría a la población su importancia insdustrial y en la historia de la ciudad y del territorio. No es difícil encontrar trabajos de Averly tanto a nivel ornamental como industrial, paseando por la calle. Conocer el patrimonio es conocerse a uno mismo y lo que te rodea. Como mínimo se puede calificar de negligente la actuación del ayuntamiento de Zaragoza y del Gobierno de Aragón. Rehabilitar los edificios protegidos costaría 1,5 millones de euros.

Una vez más está la incansable labor de APUDEPA denunciando este despropósito y atentado al patrimonio. El propio plan nacional le situa entre los 100 elementos más importantes del patrimonio industrial español. El dictamen del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza es claro y contundente.

Tras los acontecimientos acaecidos en los últimos meses, en los que el Gobierno de Aragón ha desestimado la declaración integral del conjunto, y reiterándonos en el interés patrimonial del mismo, consideramos que se debe preservar la integridad del conjunto.
 
Evitando las demoliciones previstas que causarían un grave e irremediable perjuicio a la conservación de un elemento singular e insustituible del patrimonio cultural aragonés.

En estos momentos es el único testimonio de empresa dedicada a las construcciones mecánica y metálica de mediados del siglo XIX que queda en la ciudad de Zaragoza.

Representa el núcleo metalúrgico que en este periodo cronológico impulsa la industrialización de la ciudad y conserva una colección de bienes muebles y documentales que abarcan la totalidad de su evolución histórica. Fundición Averly es un conjunto extraordinariamente bien conservado en toda su evolución histórica de manera que presenta un alto grado de integridad y de autenticidad.

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