En la noche del domingo ardían tres máquinas encargadas de destrozar el paraje de Mularroya, concretamente dos camiones dúmper y un rodillo compactador, afectando también a un camión cisterna. Al inicio hasta pensaba que habría sido lo que queda del pinar provocado por la chispa de alguna máquina. Uno no apoya la violencia, creo que va a servir para criminalizar la oposición, como los malintencionados ya están haciendo. Ya están culpabilizando a los opositores de ser los autores, sin pruebas. Quién dice que no hay otros intereses económicos y políticos detrás. No se puede demostrar, al menos por ahora. Están acostumbrados a tener en éstos temas el monopolio de la violencia, silenciada cuando no aplaudida en nombre del progreso. En fin, que la noticia ha merecido más atención, portada digital de el Periódico incluida, que el inicio de las obras o cualquier otra acción pacífica de protesta. Hasta cifran en 600000 euros las pérdidas, yo les pregunto en cuanto cifran lo que han destrozado esas máquinas. Es incuantificable e intangible, el valor natural y los sentimientos de las personas. Lo suyo es material y remediable, lo otro no. Llama la atención que la primera en denunciar sea la CHE y no la empresa afectada. Significativo. La guardia civil y la policía científica ya están investigando.
Se aprecia los destrozos causados en el entorno por las máquinas quemadas. (Foto Heraldo)
El tratamiento en la prensa va en esa dirección,
culpabilizar,
criminalizar y sacar rédito. Al estilo de lo que hicieron en
Yesa e
Itoiz, dos referentes y que en ocasiones, he comparado con
Mularroya por los incumplimientos judiciales. Recordemos que el
TSJA dictó una sentencia que obliga a declarar la zona parte de la
ZEPA Hoces del Jalón. La acción se emparenta con la mítica del corte de los cables en
Itoiz en 1996,
ya comentada. El
ABC sigue la tónica habitual de la prensa, a favor del embalse por unos supuestos beneficios y
culpabilizando, al menos cita la marcha prevista el fin de semana, aunque quizá sea para desprestigiarla. La prensa nacional sigue la tónica
pantanera de siempre, tanto el
Heraldo como
el Periódico, éste último si cabe con un titular más sensacionalista, que induce a pensar en la
kale borroka. El Heraldo recoge las manifestaciones de alguno de los caciques comarcales. Partidarios de secar el río Jalón desde
Embid de la Ribera a
Ricla, y de deforestar la mayor masa verde comarcal. Junto a amenazar el futuro de los pequeños agricultores y el de los pueblos menos favorecidos de la comarca en beneficio de los más ricos.
Imagen tomada el 21/06/2008
La cabeza pensante comarcal Jesús Isla, realizaba éstas lamentables declaraciones. Hay que llamar a las cosas por su nombre, esto es terrorismo y los que lo hacen son terroristas. Es gente que no sabe utilizar la palabra y que es peligrosa para los demás y para sí misma. Aquí los únicos que no se han atenido a dialogar habéis sido vosotros. Los que habéis incumplido una sentencia judicial sois vosotros. ¿Cómo se llama a eso? Y destrozar Mularroya se califica como poco de vandalismo. Porque bien contento que estabas cuando se inició la ilegalidad de la tala. Otro cacique como Martín Llanas, quien en su ignorancia hace un tiempo, puso en duda la capacidad de Pedro Arrojo para hablar de hidrología. Es muy indigno y de gravedad. El perjuicio económico es muy importante, y lo acabaremos pagando todos. Pero no solo eso. Es necesario encontrar a los culpables porque todo lo demás son elucubraciones. Espero que el móvil no haya sido en lo que todos pensamos Efectivamente, desde que se iniciaron las obras. Alguien incapaz de pensar más allá de otros valores que no sean los económicos. La última frase de el Periódico es de traca, y aquí está una foto que saque para desmentirlo. Hasta el domingo, las amenazas no habían pasado de algunas pedradas y pintadas en los carteles de las obras. ¿Quién era el receptor de las mismas? ¿La chapa del cartel?
Contrasta la hipocresía de ésta gente, con la coherencia discursiva no violenta de los opositores. Paco Bernal, de Jalón Vivo. Lo que ha ocurrido es inadmisible. Estas cosas no deberían ocurrir nunca, porque hay que solucionarlas en los tribunales y nunca utilizando la violencia. Por supuesto que existe oposición al proyecto, pero la violencia solo consigue perjudicarnos a todos. Sensato, a pesar de que haya quien no haga caso de las resoluciones judiciales.